Guerra de Villarrica- historia
Intentando reconstruir la guerra de Villarrica (egoístamente aclaro, por el dolor que sufrieron mis mayores), junto en este artículo tres publicaciones previas en blogger, sueltas, al respecto, la primera de ellas trata los antecedentes directos de este episodio de la historia, mientras que la segunda describe los sucesos que allí se dieron y, la tercera, una biografia de Ernesto Rojas Saravia.
Antecedentes
A lo largo de sus años de lucha, los núcleos guerrilleros liberales avanzan de una lucha en respuesta a la violencia oficial, a plantearse reivindicaciones con un profundo contenido social, especialmente en aquellas zonas donde operaron conjuntamente con las guerrillas comunistas. Había cerca de 200 hombres armados en la región.[1]
Jorge Bernardo Wolf Venegas actuó como intermediario entre la guerrilla de El Roble y el gobierno para la negociación de entrega-motivo por el cual lo expulsaron del Seminario donde estudiaba-[2]; portaba un salvoconducto expedido por el general Alfredo Duarte Blum.[3]
Jorge Bernardo Wolf Venegas actuó como intermediario entre la guerrilla de El Roble y el gobierno para la negociación de entrega-motivo por el cual lo expulsaron del Seminario donde estudiaba-[2]; portaba un salvoconducto expedido por el general Alfredo Duarte Blum.[3]
Los reductos guerrilleros del sector hicieron asamblea con los civiles de los alrededores. El consenso de los particulares insistía que la política de amnistía era para asesinar a los guerrilleros y borrarlos del mapa literalmente. Pero como la orientación ideológica orbitaba en torno al comando insurgente radicado en el Sumapaz, al mando del estado Mayor presidido por Juan de la Cruz Varela -hombre honesto, amante al trabajo, un campesino común y corriente, que vestía de saco, sombrero, chaleco de dril y alpargatas-[4]…estos decidieron que debían desmovilizarse y entregarse en Cabrera, con todo y armamento.
A esa reunión asistió por Villarrica, el sargento Marcos Jiménez, programada para el 31 de octubre de ese año. De todas maneras existía reticencia. Según la prensa nacional se desmovilizaron allí, 1.200 hombres[5].Es posible el número, porque luego, en el casco urbano de Villarrica, alrededor de 300 hombres desmovilizados del sector, fueron objeto del recibimiento de sus vecinos, con gran algarabía en un festejo que duró dos días.[6]
Como en todo proceso de paz, los rebeldes hicieron su pliego de peticiones, que el alto gobierno prometió solucionar y poco y nada cumplió (indemnización por las pérdidas materiales por ejemplo, titulación de predios, etc.)[7]; a su vez el Señor Varela conservaba su magnética influencia sobre los campesinos e insurgentes del sector, con la obvia preocupación gubernamental. El flujo de los acontecimientos, enmarcados en la desconfianza, las mentiras y los incumplimientos, fermentaba los odios y caldeaba los ánimos combativos de las masas. « Lo de tierra, educación, empleo y crédito se reducía a un par de pantalones y unos $500»[8]
Lo curioso es que el Estado de Sitio[9] y la militarización persistían y los controles de identificación mediante salvoconductos también. Resulta que en la entrega formal, a cada desmovilizado le daban su salvoconducto para que rehiciera su “vida normal”, ahí se le identificaba como guerrillero y el tipo de arma que había entregado. O sea, siguen siendo señalados y maltratados y perseguidos-más soterradamente, pero perseguidos-.[10]
Algunos de estos guerrilleros liberales, sobornados por el gobierno, hicieron causa común con el Ejército para perseguir y entregar a las autoridades militares, o para asesinar a los guerrilleros que bajo la influencia comunista, no quisieron entregarse ni entregar las armas. Estos, tomaron la determinación de desactivar al movimiento armado; no volver a la actividad militar, tomando la decisión de convertir al movimiento armado en un amplio movimiento de las masas campesinas (que eran el natural apoyo, político, moral, económico y logístico de las guerrillas).
Los alzados en armas del sur del departamento, realizaron entonces una conferencia (la segunda conferencia regional del sur del Tolima[11]), en octubre de 1953 en el municipio de Natagaima, en medio de una intensa persecución por parte de los desmovilizados liberales.[12] Allí dictaminaron que un grupo de guerrilleros se fuera a Riochiquito., otro a Marquetalia, otro hacia el sureste y el Huila; así mismo decidieron que otro grupo partiera hacia el norte y se ubicara en Villarrica, en donde había un movimiento popular bien estructurado, un movimiento formidable que venía desde años atrás y se inscribía en las luchas agrarias por la tierra.
A «Ave Negra» se le encargó escoltar a familias campesinas a Natagaima y después reunirse con sus colegas en Villarrica; al líder campesino apodado Ciro Trujillo Castaño (quien había conducido a los campesinos desde Natagaima hacia el Sur del departamento del Tolima, huyendo de la Violencia), que respaldara militarmente a la columna con rumbo a Villarrica y luego marchara al Cauca.[13]
La columna sur que llegó a Villarrica, como liberales refugiados y de apoyo, venía bajo el mando de Isauro Yosa[14] y de José Alfonso Castañeda, “Capitán Richard”.[15] El primero de los mencionados había sido concejal de Chaparral;[16] el segundo en algún momento, agregado de Yosa.
De esta columna hacían parte Eliseo Manjarrés (comandante campesino perteneciente al Estado Mayor guerrillero, quien había prestado el servicio militar y había sido arrendatario en Ambeima)[17] y el Sargento Matacho. Como característica militar preponderante, «no permitían que los comandantes participaran en el combate y los planes se trazaban para salvar a todo el grupo sin que se corrieran riesgos y pensando que a cada compañero había que cuidarlo como si fuera una joya, en otras guerrillas como las de Loaiza, no importaba perder a uno, a cinco compañeros. Lo importante era cogerle cinco fusiles al enemigo, porque con ellos se podría armar a otros cinco liberales y hacían crecer su fuerza ». [18]
Llegaron con la intención de entregarse, no en Villarrica sino conjuntamente con el comando de Lituania, pero llegaron tarde por cuestión de días; al quedar en el aire, toman contacto con los dirigentes campesinos de Villarrica[19] Según el mismo Marulanda Vélez, la entrega era simbólica[20]. No podían ocultar su presencia indefinidamente en el monte porque eran 136 personas, necesitaban comer y vivir.
Entonces se diseminaron por toda la región; pero enseguida comienza una intensa persecución contra ellos. Por orden perentoria de los mandos militares, a toda persona que se sospechaba había sido miembro de la guerrilla local o de cualquier procedencia, había que perseguirlo. De todas formas, los verdaderos dirigentes de la región eran los campesinos y los guerrilleros con sus diversas organizaciones del Frente Democrático.
Por esa entonces, retiraron a la policía del pueblo, quedando estrictamente militarizado el municipio, al mando de un Capitán Ernesto Rojas Saravia. Dicho señor, dio medios y facilidades para que algunos campesinos se bajaran a las fincas y empezaran de nuevo a coger café y volvieran a habitar sus casas (las volvieran a reconstruir porque todo había sido quemado).
Despacio, sin precipitaciones, una que otra familia se posesionaba otra vez de sus predios, levantaban enramadas y metían ahí a sus familias. Se iba gestando un ambiente de confianza. A las personas se les expidió un salvoconducto, que el ejército pedía en la calle o en la plaza, por los caminos o veredas. Los labriegos, no la podían creer, rehaciendo sus maltrechas economías, de nuevo en lo propio, con las tropas regulares del estado que no se metía en esos momentos con los civiles y que andaba en procura de los jefes guerrilleros, respetando la vida de las familias y los habitantes de la región. Quien no portara el salvoconducto, del sexo que fuera, lo encarcelaban (ya no les pegaban).
El 18 de noviembre de ese mismo año, Silvestre Bermúdez “Media Vida” hizo entrega en Aco (Inspección de Policía del municipio de Prado) del comando de Lituania (Galilea), integrado por 400 hombres.
El reducto de alzados en armas que no alcanzo a la entrega programada en Cabrera, venido de sur, decidió adelantar contactos con las autoridades militares, mediando Marcos Jiménez, para entregarse allí mismo, en el caso urbano del municipio. A quienes se entregaban con personal les daban un sueldo, $60.000 (sesenta mil pesos para ser exactos), es el caso de los hermanos Varela, si, los de Juan de la Cruz, para que desbarataran el movimiento de este, fracasando en intento (y muertos los cuatro hermanos en un solo día). Finalmente, el 22 de Diciembre, “Ave Negra” (Gratiniano López)[21] hizo entrega de los guerrilleros.
Ni Lister ni Richard se entregaron, supongo que fue porque se habían habituado al conflicto, además porque estaban sentidos con los conservadores y liberales, y, porque con ellos habían personas desacostumbradas a las labores agrícolas, etc. Se dieron al pillaje y a la provocación alevosa, en bares y cantinas. Entonces la tropa empezó a perseguir a todo el frente democrático. En esos días vino a Villarrica el gobernador militar del Tolima, Augusto Cuellar Velandia e hizo una calurosa manifestación-se dice que en su gorra de militar le escribieron que viva el partido comunista y que solo se dio cuenta cuando ya se iba-.
Líderes municipales como Guillermo Montoya, Francisco Lozano y Luís Humberto Garavito se opusieron a que los desmovilizados fueran evacuados del municipio y antes bien, les ayudaron a encontrar trabajo en las fincas del rededor.[22]Los militares en la ceremonia de entrega tenían listos carros para evacuar a los desmovilizados, a la fuerza.[23]
Igual entregaron las armas en mal estado y más viejas, encaletando las mas nuevas y en mejor estado, por si las moscas. Los grupos de izquierda eran conscientes que aquella calma chicha era un periodo de transición hacia otro violento y azaroso, entonces procedieron en secreto a pertrecharse, a conseguir más armas a preparar cuadros y a adoctrinar al campesinado.
Constituyeron los llamados frentes democráticos, donde básicamente se replanteaba a los labriegos la necesidad de organizarse, de la liberación de Colombia, de terminar la violencia. Se planteaba luchar por el mejoramiento del precio del café y los derechos del campesinado a tener su pedacito de tierra, se solicitaba ayuda y préstamos a la Caja Agraria. Proponían, entre otras cosas, cooperativas campesinas, puestos de salud y hospitales[24]. El enemigo, según estos movimientos, no eran los liberales o conservadores y mucho menos los comunistas, era el imperialismo norteamericano, en orden de precedencia y la burguesía criolla. Algo así como que los campesinos debían ponerle precio a lo que ellos producían y no los ricos…A ese paso transcurría el adoctrinamiento que impartían quienes consideraban que se avecinaba una segunda violencia.
Para los alzados en armas, la situación era compleja. Crecía el inconformismo entre los desmovilizados y los mismos comunistas en general; se planteaban regresar a las armas, defenderse de la agresión estatal. Se nombró una dirección municipal, quedando Erasmo Mejía como secretario político y Richard como secretario militar.
Entonces se armó la barahúnda con Marcos Jiménez, oriundo de la zona y combatiente a su vez de vieja data, que argumentaba que era imposible que una persona foránea asumiera tal rol, así como no estaba de acuerdo con el “impuesto” a los comerciantes para poder mantener a los guerrilleros que llegaron de Chaparral. Este señor siguió viajando de Bogotá a Villarrica llevando armas (que conseguía a través de Pedro Eduardo Ibarra, un zapatero en Bogotá)[25] y lo capturaron. Para mayo de 1954 hubo una reunión en la vereda Cuindeblanco, entre Juan de la Cruz Varela (alias Luprecio Montalbán) y los líderes campesinos.[26]
A raíz del asesinato de los estudiantes en Bogotá, en Junio de 1954, los campesinos locales, organizados en comités de frente democrático y sindicatos de agricultores, fijaron carteles y murales de protesta, así como memoriales y peticiones exigiendo el cumplimiento de las promesas gubernamentales[27].
Efectivamente la calma rondó hasta Septiembre de 1954.
Efectivamente la calma rondó hasta Septiembre de 1954.
La criminalidad aparente en Villarrica para el año de 1954, fue:
84 Hombres y 4 mujeres, 24 no especificados, sindicados por los delitos de: hurto, 16 personas; robo 1 persona; abuso de confianza, 1 individuo; abigeato 12 personas; estafa, 4 individuos; homicidio, 16 sujetos; lesiones personales 21; aborto, 1; otros, 2; rapto, 7;incesto,1;calumnia e injuria, 1; violación de domicilio, 1; daños a bienes ajenos, 1; estupro,1;fuga de presos, 2; delitos electorales, 4; otros, 2.[28]
84 Hombres y 4 mujeres, 24 no especificados, sindicados por los delitos de: hurto, 16 personas; robo 1 persona; abuso de confianza, 1 individuo; abigeato 12 personas; estafa, 4 individuos; homicidio, 16 sujetos; lesiones personales 21; aborto, 1; otros, 2; rapto, 7;incesto,1;calumnia e injuria, 1; violación de domicilio, 1; daños a bienes ajenos, 1; estupro,1;fuga de presos, 2; delitos electorales, 4; otros, 2.[28]
[1] MENZIES, Malcolm, Desde las montañas de Colombia, Editorial MABILLÓN, primera edición 1999, París Francia, traducido del inglés, página 94.
[2] Entrevista con José Roberto Wolf, en José Jairo Gonzáles y Elsy Marulanda Álvarez , Historias de Frontera colonización y guerras en el Sumapaz, Cinep 1990., Pág. 130
[3] José Jairo Gonzáles y Elsy Marulanda Álvarez en Historias de Frontera colonización y guerras en el Sumapaz, Cinep 1990., Pág. 62-63
[4] Entrevista con Luís Ariosto Naranjo en José Jairo Gonzáles y Elsy Marulanda Álvarez, Historias de Frontera colonización y guerras en el Sumapaz, Cinep 1990., Pág. 171.
[5] SANCHEZ G. Gonzalo, La Violencia: de Rojas al Frente Nacional, en Nueva Historia de Colombia Vol. II. Planeta Colombiana editorial, 1998, páginas 156-157.
[6] Entrevista con Julia Esther Mora y Rosalba Mora, Ibagué Agosto 12 del 2005.
[7] Entrevista con Luis Ariosto Naranjo en José Jairo Gonzáles y Elsy Marulanda Álvarez, Historias de Frontera colonización y guerras en el Sumapaz, Cinep 1990., Pág. 178.
[8] Declaraciones de Daniel Clavijo, en FAJARDO Montaña Darío, Espacio y sociedad, formación de las regiones agrarias en Colombia, Corporación Colombiana para la Amazonía- Araracuara COA, 1993, página 117
[9] Por medio del Decreto 3518 del 9 de Abril de 1949 se había decretado turbado el orden público.
[10] José Jairo Gonzáles y Elsy Marulanda Álvarez en Historias de Frontera colonización y guerras en el Sumapaz, Cinep 1990., Pág. 64.
[11] Que decidió, entre otras cosas: “luchar por la no entrega de las armas y tratar de que todos los campesinos dispongan cada día de mejores elementos de defensa de sus intereses y contra todo intento del gobierno y la reacción de repetir cualquier forma de violencia contra el pueblo colombiano”
[12] MARULANDA Vélez, Manuel, Cuadernos de campaña, Bogotá, 1973, Pág. 30.
[13] MENZIES, Malcolm, Desde las montañas de Colombia, Editorial MABILLÓN, primera edición 1999, París Francia, traducido del inglés, página 85.
[14] El “Mayor Lister”
[15] PARTIDO COMUNISTA, treinta años de lucha del partido comunista de Colombia, Ediciones Paz y Socialismo, Bogotá 1960, página 104.
[16] MENZIES, Malcolm, Desde las montañas de Colombia, Editorial MABILLÓN, primera edición 1999, París Francia, traducido del inglés, página 32.
[17] Ibíd., páginas 28, 32, 40 y 42.
[18] Entrevista con Ricardo rojas, en “Las guerras de la paz” de Olga Behar, Bogotá, Planeta Colombiana editorial sexta edición, junio de 1986, página 16.
[19] José Jairo Gonzáles y Elsy Marulanda Álvarez en Historias de Frontera colonización y guerras en el Sumapaz, Cinep 1990., Pág. 65-66.
[20] MARULANDA, Elsy. Colonización y conflicto las lecciones del Sumapaz, Tercer mundo editores 1991, página 256
[21] Archivo Histórico de Ibagué, Expediente 1610 cuaderno No 10 contra Isauro Yosa y otros por asociación para delinquir, iniciado en el Juzgado Quinto de Instrucción Militar ,Julio 2 de 1955.
[22] Ibíd.
[23] José Jairo Gonzáles y Elsy Marulanda Álvarez en Historias de Frontera colonización y guerras en el Sumapaz, Cinep 1990., Pág. 66
[24] Archivo Histórico de Ibagué, Expediente 1610 cuaderno No 10 contra Isauro Yosa y otros por asociación para delinquir, iniciado en el Juzgado Quinto de Instrucción Militar ,Julio 2 de 1955.
[25] Ibíd.
[26] Ibíd.
[27] GUZMÁN Campos Germán; Fals Borda Orlando y Umaña Luna Eduardo, Historia y geografía de la Violencia, en La Violencia en Colombia, 2 Vols., Bogotá Tercer Mundo editores,1964, página 105
[28] República de Colombia, Tolima, Contraloría departamental, Anuario General de Estadística 1950-1954, fecha de impresión no disponible, Ibagué imprenta departamental, consultado en A. H. I, páginas 555-559.
[2] Entrevista con José Roberto Wolf, en José Jairo Gonzáles y Elsy Marulanda Álvarez , Historias de Frontera colonización y guerras en el Sumapaz, Cinep 1990., Pág. 130
[3] José Jairo Gonzáles y Elsy Marulanda Álvarez en Historias de Frontera colonización y guerras en el Sumapaz, Cinep 1990., Pág. 62-63
[4] Entrevista con Luís Ariosto Naranjo en José Jairo Gonzáles y Elsy Marulanda Álvarez, Historias de Frontera colonización y guerras en el Sumapaz, Cinep 1990., Pág. 171.
[5] SANCHEZ G. Gonzalo, La Violencia: de Rojas al Frente Nacional, en Nueva Historia de Colombia Vol. II. Planeta Colombiana editorial, 1998, páginas 156-157.
[6] Entrevista con Julia Esther Mora y Rosalba Mora, Ibagué Agosto 12 del 2005.
[7] Entrevista con Luis Ariosto Naranjo en José Jairo Gonzáles y Elsy Marulanda Álvarez, Historias de Frontera colonización y guerras en el Sumapaz, Cinep 1990., Pág. 178.
[8] Declaraciones de Daniel Clavijo, en FAJARDO Montaña Darío, Espacio y sociedad, formación de las regiones agrarias en Colombia, Corporación Colombiana para la Amazonía- Araracuara COA, 1993, página 117
[9] Por medio del Decreto 3518 del 9 de Abril de 1949 se había decretado turbado el orden público.
[10] José Jairo Gonzáles y Elsy Marulanda Álvarez en Historias de Frontera colonización y guerras en el Sumapaz, Cinep 1990., Pág. 64.
[11] Que decidió, entre otras cosas: “luchar por la no entrega de las armas y tratar de que todos los campesinos dispongan cada día de mejores elementos de defensa de sus intereses y contra todo intento del gobierno y la reacción de repetir cualquier forma de violencia contra el pueblo colombiano”
[12] MARULANDA Vélez, Manuel, Cuadernos de campaña, Bogotá, 1973, Pág. 30.
[13] MENZIES, Malcolm, Desde las montañas de Colombia, Editorial MABILLÓN, primera edición 1999, París Francia, traducido del inglés, página 85.
[14] El “Mayor Lister”
[15] PARTIDO COMUNISTA, treinta años de lucha del partido comunista de Colombia, Ediciones Paz y Socialismo, Bogotá 1960, página 104.
[16] MENZIES, Malcolm, Desde las montañas de Colombia, Editorial MABILLÓN, primera edición 1999, París Francia, traducido del inglés, página 32.
[17] Ibíd., páginas 28, 32, 40 y 42.
[18] Entrevista con Ricardo rojas, en “Las guerras de la paz” de Olga Behar, Bogotá, Planeta Colombiana editorial sexta edición, junio de 1986, página 16.
[19] José Jairo Gonzáles y Elsy Marulanda Álvarez en Historias de Frontera colonización y guerras en el Sumapaz, Cinep 1990., Pág. 65-66.
[20] MARULANDA, Elsy. Colonización y conflicto las lecciones del Sumapaz, Tercer mundo editores 1991, página 256
[21] Archivo Histórico de Ibagué, Expediente 1610 cuaderno No 10 contra Isauro Yosa y otros por asociación para delinquir, iniciado en el Juzgado Quinto de Instrucción Militar ,Julio 2 de 1955.
[22] Ibíd.
[23] José Jairo Gonzáles y Elsy Marulanda Álvarez en Historias de Frontera colonización y guerras en el Sumapaz, Cinep 1990., Pág. 66
[24] Archivo Histórico de Ibagué, Expediente 1610 cuaderno No 10 contra Isauro Yosa y otros por asociación para delinquir, iniciado en el Juzgado Quinto de Instrucción Militar ,Julio 2 de 1955.
[25] Ibíd.
[26] Ibíd.
[27] GUZMÁN Campos Germán; Fals Borda Orlando y Umaña Luna Eduardo, Historia y geografía de la Violencia, en La Violencia en Colombia, 2 Vols., Bogotá Tercer Mundo editores,1964, página 105
[28] República de Colombia, Tolima, Contraloría departamental, Anuario General de Estadística 1950-1954, fecha de impresión no disponible, Ibagué imprenta departamental, consultado en A. H. I, páginas 555-559.
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Vamos ahora con la segunda parte:
Guerra de Villarrica.
El gobierno nacional, persuadido del avance organizacional y político de los Frentes Democráticos de Liberación Nacional, intensificó esfuerzos y actuaciones en pos de retomar el control territorial del Sumapaz.
Vamos ahora con la segunda parte:
Guerra de Villarrica.
El gobierno nacional, persuadido del avance organizacional y político de los Frentes Democráticos de Liberación Nacional, intensificó esfuerzos y actuaciones en pos de retomar el control territorial del Sumapaz.
A finales de 1954 La Asamblea Nacional Constituyente decretó la ilegalización del partido comunista, prohibiendo las actividades e ideas comunistas [1]. El régimen militar comenzó tendiendo un anillo de seguridad [2] que arrancaba en Fusagasuga y Terminaba en Villarrica, con puestos de avanzada militar en sus áreas rurales y en los Municipios de Cabrera, Venecia, Pandi, Icononzo y cuyo centro de operaciones se ubicó en Cunday[3].
El 30 de Octubre del mismo año, el Alcalde civil y Militar de Villarrica , Capitán Carlos Lombana informó que había ordenado intensificar el patrullaje y las medidas de seguridad en vista del aumento de propaganda comunista en el sector rural del municipio. Así mismo recomienda aplazar el asalto a “La Mercadilla”-principal foco guerrillero identificado-, hasta que tenga más y mejor conocimiento del terreno, de los posibles sitios de concentración.
El 12 de Noviembre de 1954 y aprovechando la poca precaución de los asistentes (que asistían a un bazar organizado por el Sacerdote de Villarrica), se tomó la fuerza pública (más de 300 hombres) la Vereda La Mercadilla, cayendo preso Isauro Yosa “Lister”[4] (en honor del héroe comunista de la guerra civil española[5]) y muriendo “Cardenal” dando inicio a la Guerra de Villarrica.
En diciembre 23 de ese año asesinaron al Capitán Rojas Saravia sobre las 11 de la mañana.(Leyendo el sumario contra Yosa, Vicente Avilés, Ismael García y otros, se percibe a un conjunto de campesinos iletrados, y, o muy bien adoctrinados para situaciones como esta, o sencillamente no tenían, la mayoría, no necesariamente Yosa- Enrique Sanín-, mediana idea del “complot comunista” que les endilgaban. O bien fueron marionetas útiles de los ideólogos de izquierda, o el régimen de extrema derecha en su afán de legitimar su ofensiva, guiado por soplones, apresó inocentes junto con rebeldes).
En Cunday, de acuerdo a este sumario, el comandante de destacamento era el Mayor Darío Santacruz. De las declaraciones se colige que Alfredo Osuna en la Vega del Totumal, Miguel Vásquez e Israel Parra organizaban las reuniones del Frente Democrático, que la cuota de suscripción al mismo era de $2 y la mensualidad de $1. Nombres como el de José Ricardo Ibarra Rojas (hijo de Ricardo Ibarra, esposo de Ernestina Cruz) aparecen vinculados como supuestos dirigentes comunistas en Bélgica, pero después de vericuetos legales obtienen la libertad bajo fianza.
En este proceso se presume que en la finca de Luís Forero (en Cuindeblanco; Comandante “tranquilo”) se mimeografiaban los volantes subversivos; que Juan de La Cruz Varela se hallaba domiciliado en la Finca Palermo y viajaba con frecuencia entre la Manzanita y Galilea. Del mismo modo, aparecen nombres de finqueros como los de Pablo Melo (que también tenía tienda en el pueblo y cuya esposa era una hija del difunto Alcides Varona [6].), Francisco Lozano (con dos almacenes, uno de grano y uno de mercancía) y Juan Urrego vinculados al proceso [7].
En otro cuaderno del mismo expediente, el número diez para concretar, se vincula a campesinos como Jesús María Pinzón Orjuela, de la vereda Guanacas, 41 años, casado con Carmelina Gutiérrez, dueño de 5 cuadras de café.
Se habla que la subdirección del grupo de Galilea la hacía Juan Francisco Acuña; de “Richard”, que era espigado y de cabello mono, además del mecanógrafo oficial, que se había casado en Mercadilla con Librada Moreno, hermana de Mariachi (Jesús María Oviedo Prieto; tocaba guitarra, tiple y cuatro; su música predilecta era al Mejicana, de ahí la alusión de su nombre), e hija de Domingo Moreno-dejando a Rosalba Velásquez de Ruiz, “Sargento Matacho”, con quien hacía vida marital recién llegado del sur-[8]; de Tirofijo que era un joven importante dentro de la organización.
Del mismo modo, que Elia Wolf (16 años, huérfana de madres desde hacía tres años), hija de Don George, vivía con Emiliano Sáenz alias Chocolate, agitador de renombre (con quien tuvo una hija, María Juliteh Sáenz Wolf), dentro del área de influencia del “Comité”. Los dirigentes municipales destacados eran Esteban Garay, El Mister (alias El Luques), Antonio Buitrago, Celestino Méndez y Evaristo Sáenz.
Se acusaba a Don George de contribuir con ganado al sostenimiento de los subversivos; que Gilberto Vieira dirigía las actuaciones del “Frente”, desde Bogotá; así mismo que en las fincas de Querubín Prada y Pacho Morales (Las brisas) se hacían reuniones. De Don Antonio Jesús Fino Rojas (finquero, propietario de 9 Ha del “Paraíso”, una vereda un poquito más arriba de La Mercadilla) se decía que era el presidente del Comité Municipal del Frente Nacional y el secretario del problema agrario y sindical un señor Cándido López.[9]
Se decía que los víveres se adquirían donde Ismael Perdomo (natural del Huila), radicado en Bogotá desde la última semana de Febrero de 1955, casado con Argelia Fuentes. Había sido estanquero en Suárez, Melgar, Yopal, La Aurora, Villarrica y Guayaconero- Lozanía-. En 1948 tenía un café-billar- al lado de la plaza de Villarrica; para 1949 cerró y puso un almacén de mercancía en Cunday en casa de los Góngora hasta 1950. Solo hasta 1953 volvió a Villarrica) y Neftalí Suárez (y así mismo en los camiones de estos señores, se sacaba café y se camuflaban armas para Villarrica).
Por ese mismo sumario sé que uno de los dentistas del municipio era Don Luís Humberto Garavito Chávez, amigo de Francisco Lozano, propietario de un Almacén también en Villarrica, Carlos Torrente Llanos, médico del puesto de salud. El otro dentista era un señor Crisóstomo Ballén (37 años, natural de Cunday, Sargento Segundo de la Infantería de Marina en retiro, vinculado según él, por haberle hecho una dentadura a Marcos Jiménez y unos arreglos dentales a una hija de él y que con Ángel María Jiménez tenía una finca en compañía en Hoya Grande) quien tenía su consultorio en casa de Olegario Gómez (hay contradicción entre los testimonios puesto que él afirma que el consultorio lo tenía en casa de Alcibíades Rincón) y atendía solo los fines de semana, en el resto de tiempo era finquero (Finca Los limones).
Que en la casa de Don George Wolf, por ser extranjero e importante se refugiaron 200 personas; que dicho señor poseía la mejor biblioteca particular de la región y por eso aparecía que le había prestado el libro “Viento seco” a Juan Francisco Acuña, el tinterillo, quien ambicionaba escribir un libro sobre la guerra en Villarrica y buscaba modelos a seguir; también se vinculaba al proceso a Alfonso Galeano, un relojero y joyero; a Luís Carlos y Marcos Góngora, a Lucas Galindo, Serafín y Benjamín Pérez, a Félix Escamilla .[10]
En Marzo de 1955 una Compañía de Infantería por poco es derrotada por 500 guerrilleros; el gobierno evacua entonces a toda la población civil, en camiones. Apresuradamente, en desorden, sin dejarles llevar más que lo pudieran cargar, lo básico, algún efectivo, una muda de ropa, dejando botado los enseres domésticos, las pertenencias, las casas abandonadas.
Esa noche, ido el primer viaje, encarcelaron a todos los hombres, dizque como precaución de que se fueran para el monte a engrosar las filas de los revoltosos, con temor por parte de las mujeres de que fueran a matarlos; al día siguiente los empacaron precipitadamente con rumbo desconocido, nuestra informante recuerda con melancolía que en Los Alpes bajaron a ….. Y lo empalaron; en Cunday la gente expectante movía sus manos despidiendo a los evacuados; pasaron por Girardot y la gente desorientada respecto a su destino; llegaron en la noche a Picaleña, donde los bajaron; allí, el Dr. Angarita, Editor de Tribuna, junto a un grupo numeroso de liberales al tanto de tal desmán, los esperaban con utensilios de cocina y víveres para los hambrientos y maltratados hijos de Villarrica, ropas y primeros auxilios, ya que el peregrinación iba a terminar en Ambalema.
¿Qué tenían que hacer allí, lejos de sus hogares y familias, sin conocidos ni quien los auxiliase? Decisiones del régimen; pretendían tratarlos como militares, pero el resentimiento ahogaba y los desplazados se negaban a obedecer; el gobernador Cuéllar Velandia pomposamente los visitó en esos campamentos con “ayuda”, y pongo la palabra entre comillas porque primero los sacan de su medio y de sus propiedades para ponerlos a aguantar necesidades y después van a ayudarlos…paradójico. Después cada quien cogió para donde mejor pudo a reorganizarse con sus familias.[11]
El 4 de abril [12] de 1955 declara a estos municipios “zona de operaciones”, movilizando presurosamente pie de fuerza a los alrededores. Rojas Pinilla había insistido ante el pueblo colombiano que la paz estaba contigua, próxima a alcanzarse y ahora gritaba a los cuatro vientos que a cien kilómetros de la capital del país la ilegalidad tendía a descontrolarse.
Ante el miedo de mortandad civil en esta incursión desproporcionada del poderío militar estatal, la Dirección Nacional Liberal escribió y solicitó al mandatario, analizar la situación del campesinado en términos de luchas agrarias y políticas (no guerrilleras ni comunistas, que eran artificiosas y aisladas, de pronto hasta coyunturales). Recalcaban el error que podría constituir, en este caso, únicamente emplear como recurso de pacificación, la fuerza desmedida. Para abril 20 los insurgentes emiten un comunicado donde se ufanan de haber puesto en fuga al “Batallón Colombia” en Enero de ese año y, además, hacen un balance de los caídos del bando militar oficial, en tres meses de actividades, más de 500 hombres caídos según ellos.[13]
El 13 de mayo Rojas dice que el ejército había obtenido pruebas fehacientes del accionar comunista en la región (argumento empleado por los liberales para pedir el no empleo de la fuerza, destacando su actitud anticomunista)[14].
A principios de Junio los alzados en armas convocaron cerca de 2000 combatientes, realizando incursiones a las posiciones del ejército [15], mientras el gobierno enfilaba hacia Villarrica todo su poderío militar, tanquetas y tanques, aviación y artillería e infantería y carros blindados; un pie de fuerza descomunal para atacar al movimiento agrario. Se dice que alcanzó a juntar en Villarrica a seis batallones [16].
Los “bandoleros” organizan su defensiva y se produce una guerra tradicional, de posiciones, que, en términos militares, dada la relación de fuerza, era un absurdo [17], pero que en términos políticos demostraba la fuerza de pueblo según el sentir de estos dirigentes de izquierda. Era la famosa “cortina”, con hombres en hilera desde Cunday, La Aurora, Los Alpes y Villarrica hasta llegar a Prado. Se cavaron trincheras individuales, donde comían y dormían. En terreno plano estaban espaciados los hombres unos 5 o diez metros.
En cada sitio los grupos se repartían en escuadras con 9 hombres, un sub-comandante y un comandante, teniendo como armamento base, 3 fusiles, 3 carabinas y 3 escopetas y un indeterminado número de bombas caseras (“catalicones”, tubos de gres de cuatro pulgadas que se cargaban con explosivos, se calzaba con fique y se rellenaba con puntillas y todo tipo de hierro disponible, se taponaban y por medio de una mecha, los amarraban a los árboles y actuaban como cañones; bombas de manos también y granadas).[18]
Permanentemente, 3 o 4 aviones bombardeaban (normalmente empezaban su función a las cuatro de la mañana y la concluían tipo 8 de la noche) (lanzando bombas con un radio de destrucción de 50 a 100 metros en circunferencia y produciendo además el desplazamiento de piedras de más de una tonelada a una distancia de 300 metros; en las bombas que no estallaban se leía “Made in Usa”[19]) el fuerte de la resistencia y desde el pueblo lo hacían con los tanques.
Como táctica evasiva, los “insurgentes” hacían muñecos con palos y camisas, los colocaban en potreros aledaños para desviar la atención de los bombarderos (dichas bombas hacían huecos grandes y hondos, de mas de 50 metros en la tierra al explotar).Irónicamente el sustento ideológico (es decir, lo que alimentaba la ilusión de los combatientes campesinos), eran falacias como: que en aquel territorio iban a ganarle al ejercito nacional y que serviría de ejemplo para los otros grupos de país, que aquello solo duraría a lo sumo 15 días (con esta consigna los pequeños finqueros y sus familias y bienes, partieron hacia el monte detrás de la famosa cortina que posteriormente pondrían los guerrilleros en su huida por la cordillera oriental); que si Villarrica volvía a pelear, la región de Viotá y todos los grupos de Colombia respaldarían a Villarrica.
A los “chusmeros” se les dijo que el puente de aguas negras (limítrofe entre Cunday y El Carmen de Apicalá, única vía de acceso en esa entonces –y casi todavía- del municipio) lo iban a tumbar los viotunos (allí, en Viotá se conseguían pertrechos y municiones) y entonces no iba a poder ingresar Ejército ni tanques. Nada resultó real.
Y el movimiento local quedó solo, condenada y absolutamente solo. Uno de los idealistas dirigentes, experto en marxismo, supuestamente, Don Martín Camargo, alias “Camarada García” hablaba de 3 meses para derrocar a la dictadura, 17.000 indígenas organizados…aún Richard, con su vasta experiencia militar y novatada política se sometía a los designios de Camargo.[20]El investigador, curioso de más detalles descriptivos del mencionado señor, supo que el señor Camargo había sido director de la Escuela de Cuadros de Viotá, miembro del comité central del partido Comunista; cuadro político enviado inicialmente a El Davis como asesor de los camaradas; un idealista empecinado que desde su consejería en el sur del Tolima inducía a la confusión.[21]
Hubo otras directrices cuestionables del insurgentismo local (con nuestra óptica actual, marcando la posible objetividad que nos dan los años), como cuando una cantidad de familias dijeron querer salirse de la región, y, los comunistas mandaron poner retenes para evitar que esto sucediera, argumentando que existiendo población civil dentro del sector se “justificaba la lucha” y no se les podía endilgar como “bandoleros”, puesto que estaban defendiendo a sus familias( o que cuando liberaran la región no tendrían a quien gobernar si los dejaban salir)[22].
Lo que ignoraban dichos cabecillas con estos postulados, era que en el seno de la misma gente de la región se ganaron la aversión y el desprecio contra las ideas comunistas y el mismo movimiento guerrillero (es decir, que la amplia base popular que los abrigaba, se redujo ostensiblemente a partir de esa actuación).Las que pudieron, se marcharon soterradamente, resentidos y en la miseria. Quienes no, acataron las ordenes del grupo armado, de mala gana, con resignación y sin ánimos de defender “etiquetas” que no eran ya propios de ellos.( No olvidemos que los parámetros políticos y militares se hacía conjuntos entre todos los lideres).
Fue una lucha difícil dado el elevado numero de civiles involucrados, de niños, no solo todo Villarrica, también habían personas de Cunday, La Aurora, parte de Icononzo, San Pablo, Buena vista, de Prado, Dolores, gente de Viotá que trabajaban allí, de Chaparral, etc..
Les tocaba cocinar de noche, después de las 8 o 9 p.m. para que las avionetas no vieran el humo, se comía a las 2 o 3 de la mañana y a dejar lista la comida del otro día. Existía, relativamente abundante, plátano, yuca, chonque, panela y ganado. Escaseaba el arroz. Se aguantaba hambre era porque no se podía cocinar. (A manera de anécdota histórica, y tal vez, “orgullo guerrillero”, se comenta que un señor de apellido Baquero disparó al motor de un avión y lo derribó, pero que como iba lleno de municiones y bombas, estalló.)
En la cabecera municipal habría unos 2000 soldados mientras el personal armado de los “bandoleros” eran unos 500 en las cercanías del casco urbano (en realidad, habían cerca de 5.000 hombres “regados” entre Cunday, Prado y Villarrica.), y la población civil alrededor de 30.000 personas. Llegó el 8 de junio de 1955 y con el la decisión gubernamental de arrasar con la insurgencia en Villarrica.
El Ejército avanzaba y sus rivales (liderados por el “Teniente Cariño”) retrocedían a otra posición defendible. Después del bombardeo y el ametrallamiento de los aviones, pasaba una avioneta regando propaganda gubernamental e invitando a los “bandoleros” a la pacificación, que se entregaran, que sus vidas y las de los campesinos serían respetadas. Pero quien se iba a entregar con la desconfianza generada por gobiernos anteriores y porque las tropas le disparaban a todo lo que se moviera. Como un apunte perdido, a los niños mayores de 10 años se los empleaba como estafetas y mensajeros. Un paréntesis para citar una fuente alterna:
«Yo estuve en la zona de Villarrica con el grupo que seguía las órdenes del Comandante Abraham Barón Valencia. Duramos luchando tres meses para restablecer la autoridad allí. Tuvimos muchísimas bajas y ellos, por supuesto, también. La población era muy grande, combatían con bombas caseras, con armas rudimentarias.
La madrugada del último día de operaciones en la Colonia se había planeado un bombardeo. No había ni experiencia ni muchos medios técnicos de comunicaciones. Como en la noche todos los gatos son pardos, los pilotos confundieron a Villarrica con la Colonia . En Villarrica estaba el campamento del ejército, y a esa hora nos levantábamos una mil personas, cuando de pronto oímos caer unas bombas; dijimos “nos van a masacrar” y las bombas estallaban al pie nuestro.
Hubo varios heridos, afortunadamente ningún muerto. El ejército había bombardeado su propio cuartel, sus propias tropas. Eran bombas de mil y dos mil libras y a gritos hicimos que los pilotos se percataran de su gravísimo error. Cuando llegamos a la Colonia, ya la gente se había ido en su mayoría, especialmente las mujeres, los niños y los ancianos. Quedaron solo los puros guerrilleros, el combate duró todo el día, fue muy encarnizada. En la noche no se peleo y al día siguiente el combate se desplazó hacia el páramo y la Colonia quedo desocupada».[23]
Los sacaron de la Esmeralda (cercanías de La Mercadilla) hasta Cuindeblanco. Allí se decidió evacuar hacia La Colonia, de noche, suponiendo que al otro día, podrían descansar, confiando en refuerzos de la “guardia municipal” y de Ave negra. Falso. El ejército se había tomado ya el filo de Cerro Montoso y a las 7 de la mañana se tomó a la Colonia, rompiendo el cerco de “la cortina”.
La mayor parte de la dirección política y militar de los “insurgentes” se marchó de la zona, hacia Galilea. Con 12 aviones, bombardeando y ametrallando, 7000 efectivos, acabaron el caserío y asesinaron familias enteras con las bombas de tanques, morteros y aviones. Los insurgentes se tomaron “La Palma” y desde allí, bajaban grupos a La Colina para dar sepultura a sus muertos, rescatar heridos y sacar familias de allí. Craso error. Los muertos fueron usados como carnada para masacrar a los vivos. Retroceden hasta el camino del Himalaya, vía a Galilea.
Los civiles movilizaban todos sus enseres, inclusive colchones, camas y gallinas. Los mas pudientes llevaban bestias y en ellas su carga. En esa marcha emprendida hacia Galilea, tomaron un camino abandonado desde 1953 en la época de la violencia de los chulavitas.
En el monte los desplazados empezaron a aguantar hambre, solo cargaban terrones de sal, para tomar con el agua colorada (tirando a café) de los caños. El ganado se sacrificaba para todos pero para tanta gente no daba abasto. La evacuación se hacía por sectores, en etapas. Se llegaba de noche, se hacia una caleta (con hojas de cole-pato o calzón) o simplemente junto a un árbol frondoso, se dormía. La estadía podía ser de 2 o tres días, contando con suerte hasta ocho.
Galilea era pródiga en plátanos, pero los evacuados llegaban con tanta hambre que hasta crudos se los comían. A eso súmele yuca y nada más porque el ganado y la sal se acabaron. Pero el ejército no se quedó quieto. Desconociendo la región, con suma cautela avanzó hasta el alto de Himalaya y se acantonó ahí. Continuaron los bombardeos, esta vez incluía NAPALM (bombas incendiarias)[24]. Los caminos de herradura, dada la humedad y el alto tránsito del momento estaban supremamente fangosos y de difícil tránsito.
Mucho niño murió de diarrea y hambre, pulmonía, gripa o bronquitis, dado que el clima inclemente era frío y húmedo. (Uno de los factores que propició la estigmatización del pueblo como “comunista” eran las labores de aquel partido político en las organizaciones agrarias y su intento de adoctrinar a las masas). La resistencia dura 6 meses y al campesinado no los vencen militarmente, si en cambio el hambre, la falta de logística y pertrechos, las enfermedades y la carencia de drogas…Se variaría entonces la táctica militar implementada.
De nuevo, bajo la orientación de Martín Camargo, estando en Galilea decide que cada quién se vaya para donde mejor le parezca.[25] Un grupo de combatientes, liderados por el insistente Martín Camargo, deciden irse de Villarrica-a despecho de las indicaciones de la dirección del Sumapaz -.Los guerrilleros junto con los campesinos, se repartieron en cinco comisiones, unos salieron para el Duda al Mando de los Naranjo, quienes tenían una parcela en la vereda Francia, el 27 de septiembre de 1955.[26] Otros se van por Bejucales para ir a dar al Pato y al Guayabero-liderados por Obdulio Moncaleano “parlante” y Raimundo Bobadilla “Sargento América”. Pero allá tampoco los dejan en paz...
El 12 de mayo de 1955 el gobierno de Rojas Pinilla terminó con la Colonia agrícola del Sumapaz, ordenando al Ministerio de Agricultura traspasar esos baldíos al Instituto de Colonización e inmigración.[27]
El 10 de Junio de 1955 el gobierno se tomó a sangre y fuego La Colonia y fue cuando el movimiento campesino cambió la guerra de posiciones por la guerra de guerrillas.
El 13 de junio le informan a don George Wolf, que un consejo verbal de guerra reunido en la noche anterior ahí, en Cunday, lo había absuelto unánimemente.[28]
El 10 de Junio de 1955 el gobierno se tomó a sangre y fuego La Colonia y fue cuando el movimiento campesino cambió la guerra de posiciones por la guerra de guerrillas.
El 13 de junio le informan a don George Wolf, que un consejo verbal de guerra reunido en la noche anterior ahí, en Cunday, lo había absuelto unánimemente.[28]
La Resistencia de los guerrilleros se prolongó cerca de tres años, optando por organizar a la población civil en columnas que se desplazan por Bejucales, el Doa, Galilea, para llegar a El Pato (Caquetá) y a El Guayabero (Meta); otros combatientes se ubican en el Alto Sumapaz, donde florecen grandes movimientos agrarios.
En el Roble, un grupo armado quedó protegiendo la retaguardia-y quedó aislado-, de la columna y hostigando al ejército, al mando de Tarzán[29],(campesino de Viotá que peleó durante la Violencia de Laureano Gómez, de nombre Rafael Castellanos, caracterizado por fiero y osado como ninguno para el combate, así como de un magnetismo personal destacado, que lo hacía respetable entre sus pares y subordinados; anteriormente apodado el Camaleón; Juan de la Cruz Varela observando su arrojo, decidió que no le convenía llevar el nombre de un animal, mejor el del rey de la selva), y su lugarteniente, Manuel “Charro Negro” (Jacobo Prías Alape), quien lo acompañó hasta 1956 en un sitio que los pobladores de la región llamaba la piedra(Puerto Brasil o alto Brasil) (Cerca de la Florida en Bajo Bélgica), se atrincheró y fortaleció, dado que desde allí se visualizaba el pueblo y el movimiento del ejército, y a su vez, se guarnecía de los ataques contrarios. Luego, evacuados las familias que habían quedado, se marcharon hacia Galilea.[30]
La campaña militar estatal contra el campesinado dejó una gran herida abierta entre los lugareños, odios insolubles que germinarían posteriormente, dando cabida a más barbarie y crueldad para años venideros.
Ex combatientes que se habían entregado y recibido promesas de respeto por sus vidas y bienes, fueron asesinados entre 1955 y 1956: los hermanos Pérez Anzola, Mario Ribera, Anatolio Romero, José Jaramillo, Roque Romero e hijo…son de la clase de sucesos que obligaron al campesinado a reorganizar la resistencia armada[31].
Ex combatientes que se habían entregado y recibido promesas de respeto por sus vidas y bienes, fueron asesinados entre 1955 y 1956: los hermanos Pérez Anzola, Mario Ribera, Anatolio Romero, José Jaramillo, Roque Romero e hijo…son de la clase de sucesos que obligaron al campesinado a reorganizar la resistencia armada[31].
Todo este proceso vivido por el campesinado, dentro de lo que Darío Fajardo calificaría acertadamente, como el ciclo de “colonización-conflicto-migración-colonización”.[32]El 4 de enero de 1956[33] continuaba preso en Cunday Don George Wolf y es conducido a Bogotá donde le dan la libertad condicional, un año después no le definía su situación.[34]
[1] Acto Legislativo No 6 de 1954,aduciendo que “dicha actividad atenta contra la tradición y las instituciones cristianas y democráticas de la República y perturba la tranquilidad y el sosiego público”
[2] Según Pizarro Leóngómez Eduardo en Los Orígenes del Movimiento Armado Comunista en Colombia (1949-1966), fueron cerca de 5.000 soldados los involucrados en las operaciones militares del Destacamento del Sumapaz. Mientras la resistencia guerrillera tan solo tenía 800 hombres.
[3] MARULANDA, Elsy. Colonización y conflicto las lecciones del Sumapaz, Tercer mundo editores 1991, página 257
[4] GUZMAN Campos Germán; Fals Borda Orlando y Umaña Luna Eduardo, Historia y geografía de la Violencia, en La Violencia en Colombia, 2 Vols., Bogotá Tercer Mundo editores,1964, página 106
[5] RAMSEY, Russel. Guerrilleros y soldados, Tercer mundo editores segunda edición, 2000, página 237
[6] Entrevista con Olga Guevara de Ardila, Ibagué Julio 25 del 2005.
[7] Archivo Histórico de Ibagué, Expediente 1610 cuaderno No 2 contra Isauro Yosa y otros por asociación para delinquir, iniciado en el Juzgado Quinto de Instrucción Militar el 10 de diciembre de 1954, Estante 2 Caja 7.
[8] Entrevista con José Roberto Wolf, en José Jairo Gonzáles y Elsy Marulanda Álvarez , Historias de Frontera colonización y guerras en el Sumapaz, Cinep 1990., Pág. 149
[9] Archivo Histórico de Ibagué, Expediente 1610 cuaderno No 10 contra Isauro Yosa y otros por asociación para delinquir, iniciado en el Juzgado Quinto de Instrucción Militar ,Julio 2 de 1955.
[10] Ibíd.
[11] Entrevista con Julia Esther Mora y Rosalba Mora, Ibagué Agosto 12 del 2005.
[12] Por esos días, el 22 de ese mes de abril de 1955 se expide el decreto 1139 que habilitó a las fuerzas militares para actuar sin tropiezos, siendo la norma la famosa “ley del silencio” que condenaría con cárcel a quien hablara de los actos vandálicos cometidos por las tropas.
[13] Archivo Histórico de Ibagué, Expediente 1610 cuaderno No 10 contra Isauro Yosa y otros por asociación para delinquir, iniciado en el Juzgado Quinto de Instrucción Militar ,Julio 2 de 1955.
[14] HENDERSON, James. Cuando Colombia se desangró, un estudio de la violencia en metrópoli y provincia, El Ancora editores, 1982,páginas 239-241
[15] RAMSEY, Russel. Guerrilleros y soldados, Tercer mundo editores segunda edición, 2000, página 240-241.
[16] Ibíd.., página 241
[17] José Jairo Gonzáles y Elsy Marulanda Álvarez en Historias de Frontera colonización y guerras en el Sumapaz, Cinep 1990., Pág. 71
[18] José Jairo Gonzáles y Elsy Marulanda Álvarez en Historias de Frontera colonización y guerras en el Sumapaz, Cinep 1990., Pág. 69
[19] GUZMAN Campos Germán; Fals Borda Orlando y Umaña Luna Eduardo, Historia y geografía de la Violencia, en La Violencia en Colombia, 2 Vols., Bogotá Tercer Mundo editores,1964, página 106-107
[20] José Jairo Gonzáles y Elsy Marulanda Álvarez en Historias de Frontera colonización y guerras en el Sumapaz, Cinep 1990., Pág. 72-73
[21] MENZIES Malcolm, Desde las montañas de Colombia, Editorial Mabillon, París, primera edición traducida del inglés 1999, páginas 77 y 78.
[22] Archivo Histórico de Ibagué, Expediente 1610 cuaderno No 10 contra Isauro Yosa y otros por asociación para delinquir, iniciado en el Juzgado Quinto de Instrucción Militar ,Julio 2 de 1955
[23] Entrevista con José Joaquín Matallana, en “Las guerras de la Paz” de Olga Behar, Bogotá, Planeta Colombiana Editorial, sexta edición junio de 1986, página 28.
[24] Gasolina gelatinosa, «una especie de jabón hecha de polvo de aluminio de naftalina y palmitato -de ahí el nombre de Napalm- conocido también como ácidos nafténico y palmítico todo eso mezclado con gasolina, lo que resultaba en una especie de brea gelatinosa que se quemaba más lentamente que la gasolina normal. . El Napalm se mezclaba en diferentes concentraciones, 6% para los lanzallamas y entre 12 a 15% para bombas incendiarias. No hay que confundir las bombas de Napalm con las de fósforo, pues estas últimas se prenden violentamente ingresando a todo espacio libre que encuentran, ni más ni menos como un fósforo o cerilla se prende rápidamente hasta consumirse quedando encendida sólo la medra. El Napalm se quema con la violencia de la gasolina, pero su duración es mucho mayor, de manera que continúa en actividad después que se consuman los elementos combustibles con los que entra en contacto, madera, tela, papel y material orgánico.» Ver NAPALM.
[25] José Jairo Gonzáles y Elsy Marulanda Álvarez en Historias de Frontera colonización y guerras en el Sumapaz, Cinep 1990., Pág. 73.
[26] Entrevista con José Roberto Wolf, en José Jairo Gonzáles y Elsy Marulanda Álvarez , Historias de Frontera colonización y guerras en el Sumapaz, Cinep 1990., Pág. 139
[27] El Tiempo, Bogotá Mayo 13 de 1955
[28] Carta de George Wolf al periódico El Independiente, el 15 de junio de 1957, en José Jairo Gonzáles y Elsy Marulanda Álvarez, Historias de Frontera colonización y guerras en el Sumapaz, Cinep 1990., Pág. 234.
[29] José Jairo Gonzáles y Elsy Marulanda Álvarez en Historias de Frontera colonización y guerras en el Sumapaz, Cinep 1990., Pág. 76
[30] Ibíd.., página 78.
[31] GUZMAN Campos Germán; Fals Borda Orlando y Umaña Luna Eduardo, Historia y geografía de la Violencia, en La Violencia en Colombia, 2 Vols., Bogotá Tercer Mundo editores,1964, página 109
[32] FAJARDO Montaña Darío, Espacio y sociedad, formación de las regiones agrarias en Colombia, Corporación Colombiana para la Amazonía- Araracuara COA, 1993, página 122.
[33] Año en que se expide el Decreto 0434, donde se dictamina que toda persona que haga activismo político con el comunismo incurrirá en cárcel de 1 a 5 años y se toman medidas represivas contra las mismas.
[34] Carta de George Wolf al periódico El Independiente, el 15 de junio de 1957, en José Jairo Gonzáles y Elsy Marulanda Álvarez, Historias de Frontera colonización y guerras en el Sumapaz, Cinep 1990., Pág. 234.
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Nota: Adjunto un pequeño post sobre Ernesto Rojas Saravia:
[2] Según Pizarro Leóngómez Eduardo en Los Orígenes del Movimiento Armado Comunista en Colombia (1949-1966), fueron cerca de 5.000 soldados los involucrados en las operaciones militares del Destacamento del Sumapaz. Mientras la resistencia guerrillera tan solo tenía 800 hombres.
[3] MARULANDA, Elsy. Colonización y conflicto las lecciones del Sumapaz, Tercer mundo editores 1991, página 257
[4] GUZMAN Campos Germán; Fals Borda Orlando y Umaña Luna Eduardo, Historia y geografía de la Violencia, en La Violencia en Colombia, 2 Vols., Bogotá Tercer Mundo editores,1964, página 106
[5] RAMSEY, Russel. Guerrilleros y soldados, Tercer mundo editores segunda edición, 2000, página 237
[6] Entrevista con Olga Guevara de Ardila, Ibagué Julio 25 del 2005.
[7] Archivo Histórico de Ibagué, Expediente 1610 cuaderno No 2 contra Isauro Yosa y otros por asociación para delinquir, iniciado en el Juzgado Quinto de Instrucción Militar el 10 de diciembre de 1954, Estante 2 Caja 7.
[8] Entrevista con José Roberto Wolf, en José Jairo Gonzáles y Elsy Marulanda Álvarez , Historias de Frontera colonización y guerras en el Sumapaz, Cinep 1990., Pág. 149
[9] Archivo Histórico de Ibagué, Expediente 1610 cuaderno No 10 contra Isauro Yosa y otros por asociación para delinquir, iniciado en el Juzgado Quinto de Instrucción Militar ,Julio 2 de 1955.
[10] Ibíd.
[11] Entrevista con Julia Esther Mora y Rosalba Mora, Ibagué Agosto 12 del 2005.
[12] Por esos días, el 22 de ese mes de abril de 1955 se expide el decreto 1139 que habilitó a las fuerzas militares para actuar sin tropiezos, siendo la norma la famosa “ley del silencio” que condenaría con cárcel a quien hablara de los actos vandálicos cometidos por las tropas.
[13] Archivo Histórico de Ibagué, Expediente 1610 cuaderno No 10 contra Isauro Yosa y otros por asociación para delinquir, iniciado en el Juzgado Quinto de Instrucción Militar ,Julio 2 de 1955.
[14] HENDERSON, James. Cuando Colombia se desangró, un estudio de la violencia en metrópoli y provincia, El Ancora editores, 1982,páginas 239-241
[15] RAMSEY, Russel. Guerrilleros y soldados, Tercer mundo editores segunda edición, 2000, página 240-241.
[16] Ibíd.., página 241
[17] José Jairo Gonzáles y Elsy Marulanda Álvarez en Historias de Frontera colonización y guerras en el Sumapaz, Cinep 1990., Pág. 71
[18] José Jairo Gonzáles y Elsy Marulanda Álvarez en Historias de Frontera colonización y guerras en el Sumapaz, Cinep 1990., Pág. 69
[19] GUZMAN Campos Germán; Fals Borda Orlando y Umaña Luna Eduardo, Historia y geografía de la Violencia, en La Violencia en Colombia, 2 Vols., Bogotá Tercer Mundo editores,1964, página 106-107
[20] José Jairo Gonzáles y Elsy Marulanda Álvarez en Historias de Frontera colonización y guerras en el Sumapaz, Cinep 1990., Pág. 72-73
[21] MENZIES Malcolm, Desde las montañas de Colombia, Editorial Mabillon, París, primera edición traducida del inglés 1999, páginas 77 y 78.
[22] Archivo Histórico de Ibagué, Expediente 1610 cuaderno No 10 contra Isauro Yosa y otros por asociación para delinquir, iniciado en el Juzgado Quinto de Instrucción Militar ,Julio 2 de 1955
[23] Entrevista con José Joaquín Matallana, en “Las guerras de la Paz” de Olga Behar, Bogotá, Planeta Colombiana Editorial, sexta edición junio de 1986, página 28.
[24] Gasolina gelatinosa, «una especie de jabón hecha de polvo de aluminio de naftalina y palmitato -de ahí el nombre de Napalm- conocido también como ácidos nafténico y palmítico todo eso mezclado con gasolina, lo que resultaba en una especie de brea gelatinosa que se quemaba más lentamente que la gasolina normal. . El Napalm se mezclaba en diferentes concentraciones, 6% para los lanzallamas y entre 12 a 15% para bombas incendiarias. No hay que confundir las bombas de Napalm con las de fósforo, pues estas últimas se prenden violentamente ingresando a todo espacio libre que encuentran, ni más ni menos como un fósforo o cerilla se prende rápidamente hasta consumirse quedando encendida sólo la medra. El Napalm se quema con la violencia de la gasolina, pero su duración es mucho mayor, de manera que continúa en actividad después que se consuman los elementos combustibles con los que entra en contacto, madera, tela, papel y material orgánico.» Ver NAPALM.
[25] José Jairo Gonzáles y Elsy Marulanda Álvarez en Historias de Frontera colonización y guerras en el Sumapaz, Cinep 1990., Pág. 73.
[26] Entrevista con José Roberto Wolf, en José Jairo Gonzáles y Elsy Marulanda Álvarez , Historias de Frontera colonización y guerras en el Sumapaz, Cinep 1990., Pág. 139
[27] El Tiempo, Bogotá Mayo 13 de 1955
[28] Carta de George Wolf al periódico El Independiente, el 15 de junio de 1957, en José Jairo Gonzáles y Elsy Marulanda Álvarez, Historias de Frontera colonización y guerras en el Sumapaz, Cinep 1990., Pág. 234.
[29] José Jairo Gonzáles y Elsy Marulanda Álvarez en Historias de Frontera colonización y guerras en el Sumapaz, Cinep 1990., Pág. 76
[30] Ibíd.., página 78.
[31] GUZMAN Campos Germán; Fals Borda Orlando y Umaña Luna Eduardo, Historia y geografía de la Violencia, en La Violencia en Colombia, 2 Vols., Bogotá Tercer Mundo editores,1964, página 109
[32] FAJARDO Montaña Darío, Espacio y sociedad, formación de las regiones agrarias en Colombia, Corporación Colombiana para la Amazonía- Araracuara COA, 1993, página 122.
[33] Año en que se expide el Decreto 0434, donde se dictamina que toda persona que haga activismo político con el comunismo incurrirá en cárcel de 1 a 5 años y se toman medidas represivas contra las mismas.
[34] Carta de George Wolf al periódico El Independiente, el 15 de junio de 1957, en José Jairo Gonzáles y Elsy Marulanda Álvarez, Historias de Frontera colonización y guerras en el Sumapaz, Cinep 1990., Pág. 234.
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Nota: Adjunto un pequeño post sobre Ernesto Rojas Saravia:
Del capitán Ernesto rojas Saravia se han dicho un par de cosas en este blog de historia colombiana, pero de las bondades de internet rescatables, es que cualquiera en cualquier lugar del mundo puede leernos; tuve la dicha de ser contactado por un sobrino político (Don Eduardo) de Ernesto Rojas, quien no solo me envió la foto que aquí se publica del Capitán Ernesto Rojas Saravia sino también la siguiente información sobre él, referida por mail:
Estimado don Ángel:
Con este email le envío una foto de Ernesto Rojas, tío político mío (a quien no conocí). La foto me la envió mi madre. Ella escribió lo siguiente recordando a su cuñado:
"Esto era Ernesto Rojas el esposo de mi hermana Leonor. Ernesto logró pescar a un tal Dr. Escobar quien les decía a los campesinos que le vendieran sus parcelas o casita y si no los mataba. Las pagaba al precio que a él le daba la gana. Ernesto lo mandó a llamar y le dio 8 horas para dejar el pueblo y al irse le dijo "Capitán me voy pero Ud. me las pagará con su vida" y así fue, tanto que un guerrillero, Sangrenegra, lo supo y juró ante mi hermana y ante el cadáver de Ernesto los vengaría, y persiguió al Dr. Escobar tanto que hasta lo mató.
La cogida de Sangrenegra fue espectacular pues andaba de techo en techo como un gato hasta que por fin le dieron muerte pues se volvió altamente peligroso.
"Ernesto era muy humano y bueno con sus "soldaditos" como les decía él y por eso lo querían entrañablemente......pero estaba escrito y esa era su suerte. Esta muerte enloqueció tanto a mi hermana que en el Cementerio Central, el día del entierro de Ernesto, ella, sin que nadie la viera, se metió en la fosa para ser enterrada con él, pero uno de los militares, el General Paris, la descubrió y la sacó de allí. Pobrecita ella quedó como loca duro años sin recuperarse y esto la llevó a la muerte. Q.E.P.D.
"Esta es pues una historia triste de relatar......De esto hace 54 años es decir dos meses después de mi matrimonio al cual Ernesto no alcanzó a llegar pues prefirió irse por río con su tropa a coger un avión para llegar a nuestra boda.
Ha sido muy triste para mí recordar este triste episodio; yo tenía dos meses de casada. Que El Señor lo tenga en su santa gloria.
Ernesto me quiso mucho; jamás lo olvidaré y siempre lo tengo en mis oraciones."
"Esto era Ernesto Rojas el esposo de mi hermana Leonor. Ernesto logró pescar a un tal Dr. Escobar quien les decía a los campesinos que le vendieran sus parcelas o casita y si no los mataba. Las pagaba al precio que a él le daba la gana. Ernesto lo mandó a llamar y le dio 8 horas para dejar el pueblo y al irse le dijo "Capitán me voy pero Ud. me las pagará con su vida" y así fue, tanto que un guerrillero, Sangrenegra, lo supo y juró ante mi hermana y ante el cadáver de Ernesto los vengaría, y persiguió al Dr. Escobar tanto que hasta lo mató.
La cogida de Sangrenegra fue espectacular pues andaba de techo en techo como un gato hasta que por fin le dieron muerte pues se volvió altamente peligroso.
"Ernesto era muy humano y bueno con sus "soldaditos" como les decía él y por eso lo querían entrañablemente......pero estaba escrito y esa era su suerte. Esta muerte enloqueció tanto a mi hermana que en el Cementerio Central, el día del entierro de Ernesto, ella, sin que nadie la viera, se metió en la fosa para ser enterrada con él, pero uno de los militares, el General Paris, la descubrió y la sacó de allí. Pobrecita ella quedó como loca duro años sin recuperarse y esto la llevó a la muerte. Q.E.P.D.
"Esta es pues una historia triste de relatar......De esto hace 54 años es decir dos meses después de mi matrimonio al cual Ernesto no alcanzó a llegar pues prefirió irse por río con su tropa a coger un avión para llegar a nuestra boda.
Ha sido muy triste para mí recordar este triste episodio; yo tenía dos meses de casada. Que El Señor lo tenga en su santa gloria.
Ernesto me quiso mucho; jamás lo olvidaré y siempre lo tengo en mis oraciones."
...Esperen más post históricos de este municipio del Tolima...
Ediciones 2009-2011-2014-15-19
Ibague, Tolima Colombia
Interesante historia que pasa desapercibida para el pueblo colombiano porque la brutalidad militar dio pie al nacimiento del movimiento guerrillero, pero la familia Garavito Chaves, entre muchas otras, fue evacuada del pueblo, todos sus bienes saqueados y el ganado sacado para ser vendido.
ResponderEliminarMi tío Luis Humberto Garavito Chaves fue retenido junto con otros civiles, acusado falsamente por la muerte del Cp. Ernesto Rojas Gaviria, se salvo de ser asesinado por el ejercito en la curva de la muerte, al ser dejado abandonado en la cárcel por un dirigente conservador que había sido salvado por él, cuando la guerrilla trato de controlar Villarica, antes de la visita del Gobernador Cuellar.
Posteriormente mis tíos pudieron recuperar el teatro de manos de la curia y la familia se instaló en Girardot y Apulo.
Cuando pudo Luis Humberto emigró a Venezuela por el dolor que le causaba vivir en Colombia. Otros tíos emigraron y solamente mi padre Alfonso y otro hermano permanecieron en Colombia.
Gracias por su aporte Alfonso a nuestra historia sobre la guerra de Villarrica
ResponderEliminarHay muchas cosas reales que no están, han omitido cosas importantes aunque no estuve presente,sé mucho, porque mi padre tuvo que afrontar esa triste realidad de la guerra, donde le rcbaron sus bienes por ser un liberal honesto, jamás nos devolvieron nuestras tierras y hoy son los dueños y amos de nuestros bienes. Quisiera saber de cuál Alfonso se habla.
ResponderEliminarHola Leonor, gracias por si interés en la Guerra de Villarrica. Como muchos recordarán, este tipo de sucesos se reconstruyen por relatos orales, fragmentos de prensa, datos del archivo histórico y entrevistas. El documento aquí plasmado refleja esto. No pretende abarcar toda la realidad de ese entorno histórico preciso pero sí, contar de modo general lo que sucedió.Su pregunta sobre "Alfonso" es muy vaga, los que se mencionan allí, están debidamente documentados en la bibliografía y recursos. Yo tampoco viví este suceso pues soy relativamente joven, solo empecé a saber de esto por mis abuelos. Solo como tributo a ellos intenté elaborar la crónica.
ResponderEliminarSoy sobrino nieto de Ernesto Rojas Saravia; su muerte tocó fuertemente a mi familia -azotada por la violencia en varios flancos-, sobre todo a su madre -Isabel- y a su hermano Álvaro (fallecido hace pocos años); todos ellos estaban con él en el momento de su muerte. Los asesinos llegaron hasta una finca de la familia de Nasario Orozco (la Hacienda Potosí), donde Ernesto pasaría unos días con los suyos. Les dijeron a todos que se salieran pues la cosa solo tenía que ver con el oficial, que fue asesinado mientras sus familiares oían todo lo que pasaba. Tengo el libro de servicios en el Ejército del Capitan y en él se puede ver que tuvo una distinguida y dilatada trayectoria militar por todoa la geografía colombiana, y que tuvo varias lesiones en una pierna, de las que no se especifica su origen. También tengo los recortes de prensa sobre la investigación de su homicidio y sobre los posteriors arrestos que tuvieron lugar en el curso de la misma. Por mor de las herencias familiares me llegó la pipa en la que fumaba el tío Ernesto, que es en la que yo fumo desde hace años, y siguiéndole la pista a la pipa he llegado a indagar varias cosas sobre él.
ResponderEliminarGracias por su aporte J.D. Elorza
ResponderEliminarNelson Fernando : Este es un documento muy extenso, pormenorizado y completo, de los tantos que se han escrito sobre la violencia estatal,fomentada por los gobiernos de turno que injustamente, se ensañaron con la poblacion y la region del Oriente del Tolima. Lo mas paradojico a la realidad de estos acontecimientos, es que sesenta años despues , El Estado Colombiano no halla reivindicado esta comarca, condenandola al anonimato al desprecio y al revanchismo, siendo indolentes en su desarrollo socio economico. Colombia esta en deuda con esta region, la violencia de esa epoca la hicieron esos gobiernos que son accidentes y fugases pero el Estado sigue siendo el mismo.
ResponderEliminarHola, soy profesor universitario, y quisiera escribir sobre Media Vida, lo conocí en Prado Tolima. ¡Alguien me puede ayudar?
ResponderEliminarLas gentes que fueron desterradas de Villarrrica,Los Alpes y Cunday fueron llevadas en volquetas a Anolaima Cundinamarca solo con una muda de ropa y una olla y olleta respectiva,solo para acabar con los grupos que se habian levantado en armas por la brutalidad del estado,lease que alli habia un joven que se llamaba Marulanda Velez,quen marcho a rio chiquito y luego el pais conoce todo lo que debio vivir hasta morir en la selva,mis padres fueron victimas de esa pacificacion y en esa epoca perdieron el trabajo de toda una vida,siempre estuvieron marcados por la forma brutal en que fueron tratados por el estado,y casi logran desaparecer a sus hijos con esta barbarie.,
ResponderEliminarbueno hay aparece mi abuelito luis forero que en paz descanse lucho por sus ideales
ResponderEliminarhola hermano interesante
ResponderEliminarMe alegra que le haya llamado la atención la narración sobre la Guerra de Villarrica. Tengo familia viviendo en la región y esto me motivó a tratar de entender muy bien este suceso.
ResponderEliminarSaludos
AUN QUEDAN MUCHÍSIMAS COSAS NO CONTADAS SOBRE LA GUERRA DE VILLARRICA. VIVIA EN LA VEREDA MANZANITA EPICENTRO DE LA GUERRA, A PESAR DE MI NIÑEZ RECUERDO PARTE DE ESA HORRIBLE TRAGEDIA
ResponderEliminarPor supuesto que sí, yo quise dar una versión resumida de todo lo que oía en mi infancia y de lo que había leído al respecto...para que no se olvidara, para que quienes vengan después de nosotros sepan lo que sucedió y se encarguen de evitar que este tipo de situaciones ocurran de nuevo. Saludos
ResponderEliminarEstimado Angel:
ResponderEliminarMe gustaría saber el verdadero nombre de "Cardenal" el guerrillero muerto por la tropa cuando empezó la invasión a Villarrica.
Hola José Otty. No lo sé en este momento. Pero es un dato interesante de averiguar. Prometo hacerlo y, cuando tenga razón, si la tengo (espero tenerla), se lo comunicaré.
ResponderEliminarLamento manifestar que Manuel Marulanda (Pedro Antonio Marín) nunca estuvo en Villarrica. Fue Alfonso Castellanos , Richard. quien dirigió la guerra de Villarrica cuando el mayor Lister fué apresado en la Mercadilla y enviado al Campo de Concentración de Cunday.
ResponderEliminarSoy Silvestre Bermudez hijo menor del señor llamado "MEDIA VIDA " mi padre fue asesinado por un policía, aun que, ya, estaba admistiado. Quisiera saber mas sobre la vida de mi padre, es muy poco lo que se de el, pues el murió a principios del año 60 y yo nací a finales del 59.
ResponderEliminarCARDENAL: Nombre Jorge Peñuela
ResponderEliminarNo es cierto: Manuel Marulanda nunca estuvo en la Guerra de Villarrica . Pedro Antonio Marín solo tomó ese nombre en 1964 . muchos años despues cuando oficialmente se fundaran Las Farc. en el Sur del Tolima
ResponderEliminarAngel... estudié en la escuela urbana de Villarrica con Eulises Ortiz.. debe ser tu padre con el profesor Jaime Rojas Rodriguez 1953; 1954; 1957; 1958; 1959
ResponderEliminarNo, lo dudo; mi padre había nacido en 1915 y cuando llegó a la zona antes de 1940 era médico rural.
ResponderEliminarJORGE PEÑUELA ERA EL NOMBRE DE PILA DE "CARDENAL. Un hijo suyo fué mi condiscípulo en la la Escuela Urbana de Villarrica
ResponderEliminarextraña mente el nombre de mi padre no aparece en este historial ya que 'elcomandaba cuatro volquetas llenas de ejercito y policia y en un automobil rojo viajabamos,mi padre,un sacerdote y el chofer.es de aclarar que mi padre habia sido traido especialmente desde tulua valle para combatir en villarrica tolima.sargento segundo leonidas marin fino ,perteneciente a la policia. miedad para la epoca5 años.
ResponderEliminarHola; te puedo dar informacion respecto a Silvestre, a quien conoci en Prado lo mismo que a su otro hijo. Mi correo es
ResponderEliminarepolaniavision2020@gmail.com
Soy Enrique Rivera Lozano. Hijo de Maria Odilia Lozano Gaitan, quienes teniamos una panaderia, frente a lo que era el cuartel de la polocia. Mis abuelos Lucio Lozano y la Sra Trina, fueron los duenos iniciales de este negocio y sufrieron en carne propia, segun sus relatos, todos estos acontecimientos.
ResponderEliminarAnte todo, doy las gracias a todos mis paisanos que han participado en estos escritos, por la aclaracion de nombres y apellidos deFamilias que sufrieron y vivieron estas epocas.
Mi abuelo David Ramirez y my abuela, Carlota Tovar y 4 hijas menores fueron desplazados en ese tiempo, les toco salir sin nada y dejar la finca y Los animales... Se fueron para Los Llanos, Guamal, Meta... Siempre hablaban de esos dolorosos tiempos, pero sacaron a su familia adelante... Gracias abuelitos por su fortaleza y enseñanza... Execelente articulo, gracias..
ResponderEliminarREITERO QUE ESTUDIÉ CON EULISES ORTIZ EN LOS AÑOS DE LAS GUERRAS DE VILLARRICA. ES POSIBLE QUE SE TRATE DE OTRO PERSONAJE.. ERA MAYOR DE MÍ. TENDRÍA ENTRE 15 O 18 AÑOS CUANDO ESTUVIMOS EN LA ESCUELA EN LA CUAL ERA DIRECTOR JAIME ROJAS RODRIGEZ, DE QUIEN SUFRÍ LA TORTURA FÍSICA POR RAZONES PARTIDISTAS.HOY ESCRIBO ARTÍCULOS SOBRE ESTA DESATROZA GUERRA PARA LA REVISTA SALMON DE LA UNIVERSIDAD DEL TOLIMA.
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