JOSE ACEVEDO GOMEZ
Jose Acevedo Gómez había nacido en Monguí, Boyacá, una pequeña población un tanto lejana de la capital; esto fue en el año de 1773. Allí vivió sus primeros años, experiencias y también aprendería sus primeras letras.
Las noticias e ideas del alzamiento de los comuneros (1781) de seguro dejaron huella en su personalidad. Pero en realidad, muy poca información se tiene sobre su familia y respecto a la juventud de Jose Acevedo Gómez, ignoramos porqué, pero su vida está para nuestros ojos atónitos bastante nebulosa, como si alguien se hubiera propuesto borrarlo de nuestra importante historia. Tan solo volvemos a tener noticias de él, ya adulto, viviendo a pocos pasos de la plaza mayor, en Santafe, la capital del virreinato de la Nueva Granada, como un próspero comerciante y caballero vinculado a los círculos intelectuales de su tiempo. Para 1810 se desempeñaba como regidor: “fidelidad a los intereses comunes, cortesía para defenderlos, altura para situarlos, enérgico ademán para que fuesen respetados”.
El incidente entre el español José Gonzalez Llorente y los criollos Antonio y Francisco Morales fue sabido rápidamente por Jose Acevedo y Gomez, quien sería proclamado por la multitud como uno de los caballeros que habrían de representar en el cabildo abierto los anhelos de todos.
José Acevedo Gomez fue llamado desde entonces el Tribuno del Pueblo por representar al pueblo, donde él era muy popular y por tener una fogosa oratoria al parecer. ¿Recuerdan aquello de “si perdeis este momento de efervescencia y calor, si dejais escapar esta ocasión única y feliz, antes de doce horas seréis tratados como insurgentes”? ¿O aquello de “Ved los calabozos, los grillos y las cadenas que os esperan”? Bueno, pues son alocuciones atribuidas a don Jose Acevedo y Gomez ese día, 20 de julio de 1810.
Lo curioso es que representando un papel tan protagónico ese dia crucial para nuestra independencia, haya casi desaparecido de los cargos públicos relevantes para nuestra nación durante la patria boba, o al menos a nosotros nos lo parece así, puesto que su nombre no figura entre los diputados al primero de los congresos reunidos en Santafe, ni en la lista de los regentes iniciales de la Nueva Granada ni nada parecido. ¿Hizo parte de alguno de esos cuerpos colegiados? ¿Se desempeñó en algún cargo destacado? ¿No lo hizo? ¿Prefirió seguir en sus negocios particulares? No lo creemos así, porque también figura su firma al ser proclamada la constitución del Reino de Cundinamarca, o sea que definitivamente era alguiend en valía en su tiempo.
Lo cierto es que llegado don Pablo Morillo, don Jose Acevedo Gomez, al igual que muchos de nuestros dirigentes, creyeron perdida momentáneamente la brújula y decidieron huir, en su caso lo hizo hacia el país de los andaquíes, al abrigo de la selva; posiblemente, siguiendo la costumbre imperante, haya llevado consigo los documentos relevantes para la restauración en tiempos futuros, los papeles que quizás mostraran su protagonismo, cargos y figuraciones. La tradición cuenta que en mayo de 1817 perecería el ilustre Tribuno del Pueblo, don Jose Acevedo Gomez.
Leer también:Antonio Baraya, Frutos Joaquin Gutierrez ,Manuel de Pombo, Eugenio Martin Melendro
Las noticias e ideas del alzamiento de los comuneros (1781) de seguro dejaron huella en su personalidad. Pero en realidad, muy poca información se tiene sobre su familia y respecto a la juventud de Jose Acevedo Gómez, ignoramos porqué, pero su vida está para nuestros ojos atónitos bastante nebulosa, como si alguien se hubiera propuesto borrarlo de nuestra importante historia. Tan solo volvemos a tener noticias de él, ya adulto, viviendo a pocos pasos de la plaza mayor, en Santafe, la capital del virreinato de la Nueva Granada, como un próspero comerciante y caballero vinculado a los círculos intelectuales de su tiempo. Para 1810 se desempeñaba como regidor: “fidelidad a los intereses comunes, cortesía para defenderlos, altura para situarlos, enérgico ademán para que fuesen respetados”.
El incidente entre el español José Gonzalez Llorente y los criollos Antonio y Francisco Morales fue sabido rápidamente por Jose Acevedo y Gomez, quien sería proclamado por la multitud como uno de los caballeros que habrían de representar en el cabildo abierto los anhelos de todos.
José Acevedo Gomez fue llamado desde entonces el Tribuno del Pueblo por representar al pueblo, donde él era muy popular y por tener una fogosa oratoria al parecer. ¿Recuerdan aquello de “si perdeis este momento de efervescencia y calor, si dejais escapar esta ocasión única y feliz, antes de doce horas seréis tratados como insurgentes”? ¿O aquello de “Ved los calabozos, los grillos y las cadenas que os esperan”? Bueno, pues son alocuciones atribuidas a don Jose Acevedo y Gomez ese día, 20 de julio de 1810.
Lo curioso es que representando un papel tan protagónico ese dia crucial para nuestra independencia, haya casi desaparecido de los cargos públicos relevantes para nuestra nación durante la patria boba, o al menos a nosotros nos lo parece así, puesto que su nombre no figura entre los diputados al primero de los congresos reunidos en Santafe, ni en la lista de los regentes iniciales de la Nueva Granada ni nada parecido. ¿Hizo parte de alguno de esos cuerpos colegiados? ¿Se desempeñó en algún cargo destacado? ¿No lo hizo? ¿Prefirió seguir en sus negocios particulares? No lo creemos así, porque también figura su firma al ser proclamada la constitución del Reino de Cundinamarca, o sea que definitivamente era alguiend en valía en su tiempo.
Lo cierto es que llegado don Pablo Morillo, don Jose Acevedo Gomez, al igual que muchos de nuestros dirigentes, creyeron perdida momentáneamente la brújula y decidieron huir, en su caso lo hizo hacia el país de los andaquíes, al abrigo de la selva; posiblemente, siguiendo la costumbre imperante, haya llevado consigo los documentos relevantes para la restauración en tiempos futuros, los papeles que quizás mostraran su protagonismo, cargos y figuraciones. La tradición cuenta que en mayo de 1817 perecería el ilustre Tribuno del Pueblo, don Jose Acevedo Gomez.
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