OCUMARE DE LA COSTA
Las fuerzas patriotas partieron de Carúpano y marcharon hacia Ocumare de la Costa. El plan de Bolívar era invadir y tomar la provincia de Caracas. Luego de una breve resistencia realista, Bolívar ocupa el lugar. Allí proclama el perdón a los que se rindan y promete no dar muerte a ningún español fuera del campo de batalla. Declara así mismo la libertad de los esclavos; promete que tomada la capital, Venezuela, convocará a un Congreso de los representantes del pueblo.
El general Carlos Soublette ocupa los valles de Aragua, mandando trescientos hombres. En Maracay se entera que Morillo ha enviado desde Ocaña, en Nueva Granada, al general Morales a Valencia; así mismo, que Caracas se halla guarnecida por quinientos veteranos españoles.
El general realista, Morales, marchando al frente de 600 hombres avanzó sobre los patriotas pero luego de evaluar las fuerzas enemigas, aguardaba mejor un refuerzo de 300 soldados dirigidos por el Coronel Manuel Bauza.
A mediados de julio de 1816 Bolívar, reunido ya con Soublette, ordena ocupar la altura de Los Aguacates; en horas de la noche fueron atacados y derrotados los patriotas que debieron replegarse hacia Ocumare de la Costa, donde hubo un consejo de guerra para determinar qué hacer en tan angustiosas circunstancias.
La junta de oficiales determinó alejarse hacia el pueblo de Choroní, donde se juntarían con las noveles fuerzas comandadas por el jefe Piñango y seguirían en retirada hacia algún punto en los llanos donde podrían unirse a Zaraza o Monagas, quienes llevaban una heroica campaña con brillantes resultados para el futuro de la patria libre.
Carlos Soublette quedó encargado mientras Simón Bolívar marchaba hacia el puerto para reembarcar los cuantiosos elementos de guerra rumbo a Choroní. Se dice que Bolívar, informado de que las tropas dejadas en Ocumare estaban evacuando la población y retirándose rápidamente, y que los realistas estaban posesionados del lugar abandonado, decide embarcarse apresuradamente en el buque Indio Libre, dejando abandonados y esparcidos por la playa todos los elementos de la expedición.
¿Olvidó Bolívar sus deberes de jefe supremo? ¿Fue engañado por falsas informaciones? ¿Tuvo miedo? No sabemos a ciencia cierta, solo reseñamos que dejó abandonadas a sus tropas y partió rumbo hacia su refugio en Las Antillas.[1]
[1] Bibliografia consultada:
Botero Saldarriaga Roberto. Francisco Antonio Zea, Tomo I. biblioteca banco popular volumen 2, Editorial Kelly, Bogotá 1969.
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