El Optimismo: Esencia del Caribe

Por:César Pagano, Investigador, musicólogo[1]
Intro a la cadencia
Detrás de cada música subyace una filosofía que la inspira. Es la música popular del Caribe la expresión más vehemente, permanente y abarcadora, de la cultura de esta área del planeta. En nutrido abanico de aires sonoros, se revelan en primer plano las fuentes primarias que forman sus creencias y guían sus conductas.
En un balance histórico-musical, que debe considerar medio siglo o el siglo entero, ( para no confundirlo con una simple moda que dura un quinquenio o meses), podemos afirmar, que en creación de ritmos de trascendencia universal y de influencias, es más la música que el Caribe le ha aportado al mundo anglosajón, que lo que éste le ha transmitido al acervo antillano.
Si bien españoles, franceses o ingleses trajeron sus variadas melopeas y un arsenal de instrumentos para fundar sonidos modernos, al lado de otras culturas africanas, indígenas nativas u orientales; desde este entrelazamiento de rutas, razas y culturas, se engendró y crecieron otras voces y ritmos que actualmente hacen presencia memorable en la música del mundo: el son, la cumbia, el calipso, el bolero, la guaracha, el mambo, el cha cha chá, la bomba, la plena, la gaita, la jíbara, el porro, el beguine, el vallenato, la salsa, la timba, el songo, el reggae, el merengue, la tamborera, el compás, la salve, el carabine, el bullerengue, la tamborera, la rumba, el jazz latino y el jazz cubano entre muchos otros.

EL OPTIMISMO ORIGINAL
Aunque existen otros componentes de las esencias antropológicas y filosóficas del Caribe*(1) donde podríamos considerar: el hedonismo, la sensualidad, el colectivismo, improvisación, libertad, identidad, naturalidad, religiosidad y extroversión entre otros. En este artículo abordaré solo el aspecto del optimismo. Usted piensa en El Caribe y ya está sonriendo .
Hay muchos elementos en común que unen la historia del Caribe: clima tropical, calor perenne y húmedo, superposición de etnias y culturas, esclavitud, exterminio, ciclones, piratería, sublevación, colonialismo, revolución, economía de plantación: Azúcar, tabaco, café, plátano, pesca, turismo y ron a borbotones. Y claro, música, danza, teatro, literatura, plástica en las misma proporciones.
Ese insólito escritor, Antonio Benítez Rojo, que recientemente me descubrió Adriana Orejuela Martínez, enumeró buena parte de ese patrimonio, muchas veces discriminado despectivamente como, “ cosas de negros”: “Esto se comprende mejor ( el cuadro de las creencias que los esclavos africanos introdujeron en el Caribe) si se repara en que las creencias africanas no se limitan a rendirle culto a un grupo dado de deidades, sino que constituyen un verdadero cuerpo de prácticas socioculturales que se extienden por un laberinto de referentes tan diversos como son la música, la danza, el teatro, el canto, el vestuario, el tocado personal, la artesanía, la magia, la literatura oral, los sistemas de adivinación, la botánica medicinal, la magia, el culto a los antepasados, la pantomima, los estados de trance, las costumbres alimentarias, las labores agrícolas, las relaciones con animales, la cocina, el intercambio comercial, las observaciones astronómicas, el comportamiento sexual, e incluso las formas y colores de los objetos. La religión en el África negra no es cosa que pueda esperarse del conocimiento, de la política, de la economía, de lo social o de la filosofía; no es posible siquiera distinguirla de la historia, puesto que ella misma es la historia; se trata de un discurso que permea toda la actividad humana e interfiere en todas las practicas.
En África negra la religión es todo, y a la vez nada, puesto que no es posible aislarla del mundo de los fenómenos ni tampoco del ser. Al tener esto en cuenta, podemos decir que, en último análisis, la influencia de África en las naciones del Caribe es sobre todo religiosa en el sentido totalizador que hemos visto.”
El mundo está dividido irremediablemente en militancias, creencias y banderas, y una de las categorías divisorias más rotundas aunque inconscientes, es la que se alindera entre las bando-vivencias de los optimistas y los pesimistas
.
En América Latina, la oposición típica se establece al vuelo, pues cuando se menciona a Cuba de inmediato se toma como antagónica a la Argentina . Estos países han forjado dos universos fecundos, sonoros y hermosos.
Cada música refleja la inclinación dominante -como ideología y como práctica- Una incita al entusiasmo y la alegría porque están convencidos de “que la felicidad en este planeta es posible”. Y de otra parte existe la respetable cultura que cifra su vocación mayor en: “Que en la vida humana, los dolores superan los placeres y la felicidad es inalcanzable (Heresias), o como lo plantearon Schopenhauer y el budismo “Toda vida es, en general, mal o dolor”... “El mundo en su totalidad es la manifestación de una fuerza irracional, de una voluntad que se desgarra y se tortura a sí misma.”
A esa actitud pertenecen aquellos desdichados que con el lamento lanzan la pregunta sin respuesta: ¿Por qué no me pidieron permiso para traerme a esta vida horrible?
Si en el tango la supremacía de la vida se embarga con melancolía o desesperanza, en el son o el bolero, se impone –sin olvidar ciertas veleidades nostálgicas o dolorosas – un regocijo que incluso se desliza con facilidad hacia la picardía.

LAS EXCEPCIONES NUNCA SERÁN MAYORÍA
Aunque en cada latitud habrá salvedades que contradigan la norma, por lo escasas solo sirven para revalidar la tendencia mayoritaria.
Lo que nos interesa resaltar es la vocación predominante de cada nacionalidad. Así como de Cuba cualquiera podría citar un bolero desconsolado: “Después que uno vive veinte desengaños/ que importa uno más. “(La vida es sueño, de Arsenio Rodríguez).
También se puede caer en la tentación fácil, en la música bailable y parrandera de Colombia, al juzgarla por: La llorona loca (José Barros) o cometer la misma ligereza al creer que el tono usual de la música popular de Panamá es, La Maldición gitana de Avelino Muñoz, que comete la proeza de sembrar mucho odio en pocas líneas: “Que Dios permita que tus ojos brujos /se llenen de arena y de agua de mar,/que encuentres al hombre que te vuelva loca y nunca te quiera besar./ Que lo que tu toques se convierta en piedra / que no crezca nada donde pises tú/ Que te vuelvas fea y requetefea / y se cumpla entera esta maldición. / Creo que la mayoría de criterios ecuánimes e informados, estarían de acuerdo en que las citadas son zonas donde prima la confianza y el jolgorio.

SALVEDADES QUE CONFIRMAN TENDENCIAS
Por supuesto, que La Argentina o el Uruguay también poseen sus piezas musicales con jubilosas alegrías, pero que nunca superarían las de inclinación hacia la pesadumbre. Metamos en el bailongo algunas obras divertidas, tales como las creadas por los charrúas, a quienes poco crédito se les concede en el enriquecimiento del género. Coloco algunos ejemplos uruguayos asesorado por el especialista Jorge Arango: La Cumparcita (Matos Rodríguez), Siga el baile (C. Warren), El Milongón . (Caruso y Homero Manzi), El Moreno Salazar (M. Rivero-Donato Raciatti) y muchos candombes cuyo espíritu gozoso prima en ellos. En La Argentina abundan los ejemplos para evocar la congoja, pero citaremos ejemplos históricos después de dejar en claro, que el tango primigenio era de tendencia festiva y de que uno de los que lo entristecieron de bella manera fue Gardel, tal y como la da a entender en una entrevista el mismísimo Borges. Mi noche triste de Samuel Castriota , Sin palabras y Canción desesperada de Enrique Santos Discépolo, Nostalgias de Juan Carlos Cobián y Enrique Cadícamo y Corazón no le hagas caso de Armando Pontier y Carlos Bahr. Quedémonos aquí (Stamponi y Expósito), Cautivo (Ejidio Pittaluga y Luis Rubinstein), y Adiós Nonino del revolucionario Astor Piazzolla, que más que trágico me suena armónico, acrobático, solemne, vanguardista e incluso juguetón tal y como cooperó con Horacio Ferrer en los versos y el sin par, Roberto Goyeneche en el canto de Balada para un loco. Y todo el continente se enteró – por una telenovela colombiana que existía una milonga bonaerense, Se dice de mí (Canaro y Belay), coquetona y divertida, aunque nunca conocieran la versión original y magistral de Tita Merello.
Don Jorge Luis Borges, tan luminoso y fecundo en literatura, pero tan deleznable en política y en música; en su imprescindible obra La Historia Universal de la Infamia estigmatizó con ligereza racista la música isleña, cuando señaló a los descendientes de los negros esclavos como los autores de “la deplorable rumba del manicero”.
Parece que los cubanos le hicieron poco caso a su condena ya que esta obra clásica de Moisés Simmons, aparece de lejos como la obra con más versiones grabadas en la historia de la música cubana.

Algo tendrá que importar en la historia, ciertos cambios ocurridos entre la negramenta por causa de decisiones tomadas desde el poder en La Argentina tal y como lo consignó Roger Bastide: “Pero cuando Urquiza triunfó sobre Rosas en l.852, reunió a todos los esclavos en sus cabildos y dio a cada uno, junto con su carta de manumisión, un pasaporte que les permitía embarcarse en el puerto de Santa Fe. Fue el inicio de un sálvese quien pueda general.
A partir de entonces, los negros de Argentina, desparramados por el país después de su huída, privados, por otra parte, de sus organizaciones, olvidaron sus tradiciones ancestrales y, a consecuencia también de la miscegenación acabaron pronto por fundirse en la masa de la población...” “ Así pues las religiones africanas tan sólo se han conservado gracias a la existencia de asociaciones étnicas ...” (3)
LAGRIMAS Y SONRISAS
En el Oriente de Cuba, donde El Trío Matamoros sentó sus reales, tenemos bajo la inspiración de don Miguel su director, una joya de texto y música que perdura después de casi ochenta años de creada. El comienzo de Lágrimas negras se insinúa tristón. Sin embargo la esencia Caribe triunfara en la lucha de los sentimientos encontrados:
Aunque tú me has dejado
en el abandono
Aunque ya, tu has muerto
todas mis ilusiones
En vez de maldecirte con
justo encono
En mis sueños te colmo
En mis sueños te colmo,
de bendiciones
Sufro la inmensa pena de
tu extravío
Y siento el dolor profundo
de tu partida
Y lloro sin que sepas que
el llanto mío
Tiene lágrimas negras, tiene
lágrimas negras
Como mi vida
Tú me quieres dejar
Yo no puedo vivir
Contigo me voy mi santa
Aunque me cueste vivir.
(Siguen improvisaciones largas y simpáticas a placer del sonero ...)
Con este ejemplo, aspiro a que quede demostrado, como el cubano golpeado sentimentalmente, no necesita mucho tiempo para recuperar su ánimo cotidiano. Dentro de una misma canción, que parte de la aflicción más acendrada, en la última parte de la queja, de súbito, el amante en un arrebato de música jubilosa y de texto esperanzado, siente el gozo de la existencia y canta con una seguridad pasmosa que la mujer será reconquistada.
En el ámbito austral la conducta la imaginamos diferente. El Abandonado, lo más seguro es que optaría por buscar la penumbra de un bar, echarle licor y sal a la herida y claro si es poeta y músico, inspirar una obra muy sentida y lastimera que engrosará el repertorio extenso e irrepetible del tango, género en el cual abundan las preciosidades de la amargura, pues allí ha habido genio y sensibilidad para versos acabados y músicos de preparación e inspiración excepcional.
En Puerto Rico, región prolífica en música, recuerdo un caso extraño de su posición existencial. El fenómeno curioso, lo compuso don Rafael Hernández y ocurre cuando el sujeto que le canta a su Borinquen querido, mientras se siente dichoso de ser puertorriqueño, también sufre angustia por la sola idea insoportable e imaginaria de que el azar le hubiera privado de tal recompensa
Si yo no hubiera nacido
En la tierra en que nací
estuviera arrepentido
De no haber nacido allí
Yo no tengo la culpita
oigan queridos hermanos
de nacer en esta islita
y de ser buen borincano.
(El Buen borincano)
Aquelarre
Otro compositor contemporáneo del anterior talento, Pedro Flóres, hizo una chispeante guaracha que le cantó soberanamente Daniel Santos y que fue bautizada como : “Borracho no vale” . En la primera parte el gato ha salvado a un ratón que ha caído dentro de un barril de vino de morir ahogado y éste ha prometido dejarse engullir por el felino. La narración literal sigue así:
Ahora que han pasado dos días
Y encuentra el gato al ratón
Y enseguida hizo mención
Del convenio que existía
Esas son embusterías
Le dijo el ratón al gato
¿Cómo voy hacer contrato
de dejar que usted me coma
si además cuando uno toma
quién le hace caso a un borracho?
IDENTIDAD PARA LA UNIDAD LATINA
En la salsa delirante los boricuas de Nueva York (Apollo sound y El Gran Combo de Puerto Rico) pregonaron un tema que parece un programa social : “Que me lo den en vida” del decano de los compositores de la salsa, Catalino el Tite Curet Alonso.,quien también escribió “Pueblo Latino “ y Las caras lindas” entre muchas obras que demuestran preocupación por la comunidad Afrolatina . Hicieron los propio los Hermanos Lebrón con “Fe” y el ingenioso Eddie Palmieri ha plasmado también sus contribuciones muy originales, tales como: “Justicia”, Adoración” y una suite antillana que dura l8 minutos en crescendo, con derroche de orquestación y mensaje jubiloso, “Un dia bonito”.
Entre tanto en República Dominicana están convencidos de “que lloverá café” con Juan Luis Guerra.
Aunque algunos de sus paisanos no hayan otro camino que acelerar el merengue hasta la frivolidad o la tontería de zoológico” “El baile del perrito”, «el del miquito”, “Comején” etc.
DESBLOQUEO CUBANO Vs PORNOSALSA O SALSA ROSADA
Cuba contemporánea, fiel a su tradición y aunque haya relleno desechable, ha jugado un papel enriquecedor con Adalberto Alvarez, Juan Carlos Alfonso, la Orquesta Aragón y Original de Manzanillo, Elio Revé, Chucho Valdés, José Luis Cortés, Silvio Rodríguez y Pablo Milanés, dinamizadores y renovadores de la música y la diversión danzaria de la isla mayor de las Antillas.
Obras contundentes y duraderas, tales como : “Yo siempre he sido son”, “Bailando así”, ”Ese atrevimiento”, ”Bacalao con pan”, ”Más viejo que ayer más joven que mañana”, ”La expresividad”, ”Echale limón” y “El trágico”, “Para vivir”, son temas de gran exigencia instrumental, soneo diestro y sacaroso y una letras chistosas, irónicas o bribonas.
No obstante las mencionadas, la orquesta emblemática de Cuba para el baile desde l969, continua siendo Los Van Van, dirigidos por el genio de Juan Formell. Quien encabeza un equipo de fogosos y dichosos creadores .
Han disparado para el goce de varias generaciones una serie de grandes sucesos : “Traigo” , “Por encima del nivel”, “El Guararey de Pastora” “La cabeza mala” y “Hip hop con Birland”. También constituyó un enorme alboroto, “Aquí el que baila gana”, pieza de la cual transcribimos algunas líneas:
Muévanse muchachos, pero
muévanse con ganas
Muévanse sabroso, pero escuchen
la campana
Que siga el movimiento cogidos
de la mano
Dime si te gusta lo que está tocando
el piano
Bailen bien. Aquí el que baila
gana
Pa´ que vuelvan la próxima semana.
CARCAJADAS PARA LA MUERTE
Dedicación como ésta es “Normal natural”, pero lo sorprendente es que un asunto tan serio como la muerte ha sido tomado con hilaridad en estos dominios del Caribe:
A llorar a Papá Montero
Zumba, canalla rumbero
No la llores, enterrador no la llores
que fue una bandolera,
enterrador no la llores.
En tiempos contemporáneos el Conjunto de Roberto Faz también nos deleitó con esta salida burlona: “Como el día no está bueno para morirse/ voy a esperar otro día mejor”/
En el Caribe colombiano, también se han concretado en coplas y cantos ese reto risueño a la parca aniquiladora. Canciones clásicas que nutren los himnos del carnaval, ese gran nivelador de ricos y pobres, de razas y capas sociales, como la muerte que no perdona. En estas fiestas anuales se toman la calle y los barrios marginales, sientan su vigorosa presencia. En este evento los hombres y mujeres más apreciados son los más alegres y fiesteros, nunca los más ricos, ni los más bonitos, ni los más famosos.
Implacable democratizador, EL Carnaval, aquella dorada oportunidad anual para revivir la música autóctona, la organización de comparsas, de máscaras de disfraces, de comida típica y donde la multitud canta a coro:
Este es el amor amor
El amor que me divierte
cuando estoy en la parranda
no me acuerdo de la muerte
EXHORTACIÓN ABIERTA
La Globalización como instrumento transnacional y neoliberal aprieta estas culturas caribeñas desde los centros del poder imperial. Capitales, tecnologías, medios masivos de sugestión, e incluso la fuerza bruta e irresponsable lucen eficientes en esa política mundial y egoísta de uniformizar la vida del planeta.
Más que la actitud poco útil de lamentarnos o simplemente protestar, nuestra mejor defensa radica en fortalecer nuestro patrimonio heredado e incrementarlo con originalidad y adaptación a los tiempos que retan.
Culturas nacionales valiosas y únicas que sufren el embate externo del bombardeo de las modas y costumbres dominantes, pero también lamentablemente atacadas desde adentro por los propios nativos (de manera consciente o inconsciente) que traicionan sus esencias y cambian tradiciones o conquistas no para mejorar sino para muchas veces retroceder.
Uno de los más admirables atributos del Caribe ha sido su destacado optimismo, su entusiasmo por los asuntos de la vida y la armonización solidaria con la naturaleza. Así debería continuar y eso solo depende de nosotros mismos.
¡OPTIMISMO FRENTE AL ABISMO! ¡SALSA Y CULTURA HASTA LA SEPULTURA!
NOTAS
*1. El mar Caribe es un mar mediterráneo al que debe situársele su límite por el norte en la península mexicana de Yucatán y la estadounidense de Florida y que se inicia en una gran curvatura con un rosario de islas llamadas las Grandes Antillas que son Cuba, Dominicana-Haití, Puerto Rico y Jamaica. Al este se encuentran las Pequeñas Antillas, islas de Sotavento Y barlovento. Al Oeste están ubicadas las áreas de influencia de las tierras Centroamericanas, principalmente Costa Rica y Panamá y también comprenden las áreas septentrionales de Sudamérica, tales como son la Costa Atlántica colombiana, venezolana y la de las tres Guayanas. Incluso algunos especialistas incorporan la región del norte del Brasil al Gran Caribe.
2. Antonio Benítez Rojo/ La Isla que se repite. Editorial Casiopea. Barcelona.l998
3. Roger Bastide/ Las Américas Negras. Alianza Editorial, S.A.Madrid.1969.
[1] Aquelarre. Revista semestral del Centro Cultural de la Universidad del Tolima. No2. Edición Julio –Diciembre 2002

Comentarios

  1. Gracias, este es el tipo de historia que a mi me gusta, claro saber la Historia clasica y lavida de los grandes hombres y mujeres es una gran empresa.

    Pero cuando vemos la historia de lo cotidiano, juntando sabidurias perdidas de individuos del comun, logramos despertar cierto sentimiento de pertenencia.

    Una vez quise saber la historia de mi porpia casa, es decir la evolucion urbana de la ciudad desde que era campo y rural, hasta el momento en que se fue construyendo la infraestructura urbana.

    En los libros pude ver desde los asentamientos indigenas que hubo y el porque de esos asentamientos, hasta los titulos de propiedad quetenia el terreno en donde finalmente seria construida la casa. Pude encontar los diferentes actos de ventas del terreno, las parcelaciones, los vias que se fueron trazando desde 1819 hasta nuestros dias.

    De esa manera pude lograr comprender el transcuros no solo mio sino de la ciudad en general ya que cada casa puede tener un parcurrir semejante.

    Fue un placer haber encontrado su blog.

    Saludos

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