Cayos de San Luis

En los Cayos de San Luis veremos el itinerario de Francisco Antonio Zea en busca de Bolívar y su participación en esta expedición libertadora.
Partimos desde los afrancesados. El desastre total del ejército francés hizo que Zea se ocultara en un pueblo español varios días. Condenado a muerte por traidor a la causa de Fernando VII, sus bienes familiares embargados en la provincia de Antioquia, escapa junto a su mujer y su hija pequeña, refugiándose en París. Pero solo fue una parada temporal, Huye a Inglaterra dejando a su familia con sus amigos parisinos. Es Londres, el ojo del torbellino revolucionario de la América española y hacia allá toma rumbo, Zea. Allí se pone al día sobre las noticias de la guerra en Nueva Granada y Venezuela, se entera de un grupo errante de jefes revolucionarios perseguido por Morillo que anda por las Antillas tratando de juntar pertrechos y provisiones, voluntarios y planes para intentar una invasión armada sobre algún puerto venezolano. Destaca entre los mismos el joven caraqueño Simón Bolívar. 
Expulsado por sus colegas militares de la plaza de Cartagena por celos y rivalidades, Simón Bolívar habíase embarcado hacia Jamaica. En Kingston apeló a las autoridades coloniales inglesas por ayuda para su plan militar. Bolívar estaba desesperado por la impasibilidad del gobernador de la isla hacia su causa. Pero no todo estaba perdido. Ignacio Cervero y Maxwell Hyslop escribieron al gobernador de Cartagena sobre la conveniencia de llamar a Bolívar en defensa de la plaza sitiada[1] por los realistas. El mismo libertador lo hizo el 2 de diciembre de 1815 ofreciendo sus esfuerzos para cooperar en la defensa de La Heroica.
El 18 de de diciembre de ese año parte del puerto de Kingston a bordo del navío “Nuestra Señora de la Popa”, llevando recursos para los patriotas sitiados en Cartagena. Iban con él algunos voluntarios venezolanos, en tanto la nave la piloteaba el capitán Pierre Brugman.
Al día siguiente se topan con la nave corsaria “El Republicano” comandada por Barbanfume y les informan que la ciudad de Cartagena ha caído en manos de Morillo y que algunos hombres escaparon hacia los Cayos de San Luis, en Haití. Cambian entonces su rumbo y enfilan hacia allí. En Puerto Príncipe encuentra una amistosa y franca acogida por parte de las autoridades en cabeza del Presidente Alexandre Petion.
Se reunió pues Bolívar con los comisionados patriotas de la Nueva Granada, don José María Durán y el canónigo Juan Marimón, quienes espontáneamente le entregaron al libertador treinta mil pesos, una imprenta, muchos elementos de guerra y los barcos que alcanzaron a salvar de Cartagena, dado que tampoco alcanzaron a llegar a Cartagena antes de la capitulación.
En Londres, Francisco Antonio Zea había tomado ya la resolución de servir a su patria en los campos de lucha armada y es por ese motivo que se dirige hacia las Antillas Británicas. Llegado a Haití, el presidente Petion le ofrece la dirección del ramo de agricultura pero Zea declina la invitación.
Es allí en Haití donde Bolívar y Zea se conocen en intercambian impresiones respecto a la campaña libertadora de sus pueblos, gracias a la generosa hospitalidad de Petion que acoge a los patriotas y les suministra recursos, pidiendo tan solo a Bolívar, que diera libertan a los esclavos en todos los territorios que emancipara. Pero Petion no fue el único; también colaboró el comerciante inglés Robert Southerland y el hijo de la isla de Curazao Luis Brión, quien luego obtendría el título de Almirante de la marina de guerra colombiana.
En febrero de 1816 se convoca una junta entre los patriotas desterrados para elegir un jefe supremo que mandase la expedición libertadora, pues había algunos que no se acoplaban al estilo marcial de Bolívar. Así se hizo. En casa de la señora Jeanne Bruvil asistieron entre otros, Los generales: Santiago Mariño, Carlos Manuel Piar, José Francisco Bermúdez, Florencio Palacio, Gregor Mac Gregor, Manuel Valdés, Bartolomé Salom y Tomás Montilla. Los coroneles: Carlos Soublette, Pedro Briceño Méndez, Justo Briceño, Louis Ducuodray-Holstein, José María Durán, José Antonio Anzoátegui, Pedro León Torres, Francisco de Paula Vélez. Oficiales: J. M. flores, Juan Baza, Carlos Eloy Demarquet, Teodoro Figueredo, Juan Muñoz, Mauricio Encinoso, J. A. Lecuna, Ambrosio Plaza, Judas Tadeo Piñango, Francisco de Paula Alcántara, Miguel Borrás, Tomás Hernández,José Ignacio Pulido, Vicente Landaeta, Pedro Chipia, y otros veteranos militares. Entre los civiles se contaba Francisco Antonio Zea, Juan de Miramón, los hermanos Gabriel y Juan Antonio Piñéres, así como los marinos extranjeros Luis Brion y Luis Aury.
Dadas las características de la expedición del Pacificador, Bolívar era partidario del mando unificado para coordinar la acción guerrera, de lo contrario reinaría la anarquía y la derrota a manos españolas serían inevitables. El Comodoro Luis Aury se fue lanza en ristre contra esta propuesta por considerar que esto era incompatible con una expedición compuesta de soldados voluntarios, demócratas y combatientes por la libertad de sus pueblos. Él proponía una junta de 3 a 5 personas donde se debía incluir a Bolívar, por supuesto. A la moción del libertador se une la voz de Luis Brion, quien había llegado con sus bienes y naves a ponerse a las órdenes de Bolívar, defendiendo las calidades guerreras y humanas del caraqueño, en caso de no ser así, el recogía sus enseres y se regresaba a su isla. La asamblea en pleno, excepto el comodoro mexicano Luis Aury, dieron su voto de respaldo a Bolívar.
8 de febrero de 1816. Bolívar expide un decreto por medio del cual asciende a Luis Brion , de capitán de fragata a capitán de navío y le daba el comando de la escuadrilla patriota. El 12 del mismo mes nombra a don Francisco Antonio Zea como intendente de Hacienda de los Estados de la Confederación de Nueva Granada y Venezuela.
Fue en los últimos días del mes de marzo que zarpó la escuadrilla patriota del pequeño puerto de Aquín, en los Cayos de San Luis, para concentrarse en la isla de La Beata.
La escuadrilla patriota se conformaba de los buques: “Bolívar”, comandada por Renato Beluche; en ella venían el libertador, Zea y Brion, junto a un grupo de distinguidas damas caraqueñas que regresaban a la patria , dentro de las que marchaba también Josefina de Machado, a quien Bolívar pretendía de amores, “El Mariño”, comandada por Thomas Dubouille y donde viajaban Mariño, y otros; “El Piar”, comandadaza por John Parnell; “El Brion”, comandante el canario Antonio Rosales; “El feliz” , comandante charles Lominé, y “el conejo”, comandado por Bernardo Ferrero. En total 160 jefes y oficiales, más un puñado limitado de soldados de desembarco. Bolívar había rechazado y dejado en tierra por rebeldes e insubordinados a los generales Mariano Montilla y José Francisco Bermúdez, y a los oficiales Aury, Du Caila, Isava sucre, Rubio, Collot y Villegas.
El 19 de abril, navegando ya a la altura de Puerto Rico los buques hicieron salvas de artillería conmemorando la independencia en Caracas. Días después capturan a una nave enemiga.
El 1 de mayo recalan los buques en la isla de Los Testigos. Al siguiente día frente a la isla de Los Frailes, avistaron a los barcos de guerra españoles, El Intrépido y La Rita que patrullaban las aguas de la isla Margarita; ganaron los patriotas y tomaron 60 prisioneros que fueron fusilados en la isla de Margarita cinco días después en cumplimiento de el decreto de Trujillo. Los patriotas perdieron siete hombres y tuvieron doce heridos, siendo Brion uno de ellos[2] y Beluche, otro[3].[4]
Ver también: Bicentenario de la Independencia
[1] Sitio de Cartagena
[2] Luego habría de recibir el grado de Almirante de la escuadra.
[3] Ascendería a su vez a capitán de navío.
[4] Bibliografia consultada:
Botero Saldarriaga Roberto. Francisco Antonio Zea, Tomo I. biblioteca banco popular volumen 2, Editorial Kelly, Bogotá 1969.

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